Todo el pueblo de Avià ha salido a las calles de esta localidad, situada a 150 kilómetros de Barcelona, para homenajear a su vecino más ilustre, recientemente proclamado vencedor del Dakar 2009. Marc Coma ha vuelto a casa con su segundo Dakar en el bolsillo, y sus paisanos han querido festejar su éxito abarrotando las calles, a pie, en bici o en moto, para celebrar el triunfo obtenido esta vez en tierras sudamericanas.
Tras un desayuno de cuchillo y tenedor junto a sus amigos más moteros, con los que ha salido a primera hora, como viene siendo tradición, a pasear por los caminos de la zona, Marc Coma ha sido acompañado por una caravana de motos que ha recorrido varios kilómetros por las carreteras de la comarca. Nadie ha querido perderse esta fiesta; vecinos del pueblo y la comarca se han acercado para acompañar a Marc Coma hasta el Ayuntamiento de Avià, donde una multitud se ha congregado para recibir al vencedor de la última edición del Dakar en motos.
Allí, Marc ha podido dirigirse a sus paisanos desde el balcón del Ayuntamiento, acompañado por Jordi Viladoms, Gerard Farrés, Jordi Arcarons y algunos miembros del Team Repsol KTM. El piloto Repsol ha agradecido a todos su presencia en un día tan especial para él. También ha podido visitar la exposición de dibujos que los más pequeños del pueblo han organizado en su honor, y disfrutar de las numerosas felicitaciones de los suyos, desde el Alcalde y las Entidades de Avià, hasta sus más incondicionales fans del Club Marc Coma.
«Ha sido un día lleno de emociones. A primera hora de la mañana, hemos desayunado con todos los amigos con los que cada domingo compartimos salidas en moto.
Después, hemos llegado en moto al pueblo con más amigos que se nos han juntado, grupos con los que a lo largo de mi carrera deportiva también hemos compartido buenos ratos en moto. Ha sido un acto multitudinario, con mucha gente en la calle, todos los aficionados en moto y hasta niños del pueblo en bicicleta. Ha sido muy bonito y emotivo; hemos llegado al Ayuntamiento, he salido al balcón para saludar a la gente de Avià y ha sido un momento muy especial. Incluso tenían una exposición de dibujos que me han dedicado todos los niños del colegio. Ha sido un día emotivo, inolvidable y para disfrutarlo.»