Farrés en la meta del Dakar

El Dakar se acabó para Wild Wolf y su piloto Gerard Farrés mejor de lo que había empezado. Después de muchas horas de trabajo para solucionar los problemas mecánicos, al fin el equipo encontró el buen camino. Prueba de ello son los resultados de los últimos tres días, en los que Farrés ha finalizado dentro o cerca del top 10, con un octavo puesto, un décimo y un decimotercero.

 

En última etapa del Dakar 2013, que conducía a los participantes supervivientes a Santiago de Chile, el piloto de Wild Wolf ha cruzado la meta en decimotercera posición, a 3’11” de Rubén Faria, que se ha impuesto en la especial de 128 kilómetros. En la scratch, Farrés consta en 13º lugar, pero las penalizaciones de 15 minutos que han impuesto los comisarios deportivos a Kurt Caselli, a Joan Pedrero y a Francisco López le permiten adelantar tres puestos.

 

“Hoy era una etapa sencillita, pero con un terreno traicionero. Quería hacerlo bien, así que me he aplicado a fondo al principio, aunque en el kilómetro 20 he tenido un susto y en el 30, otro. Hasta hoy el Dakar no me había avisado ningún día, de modo que he bajado revoluciones, me he calmado y me he dicho que después de todo lo que me ha sucedido en esta carrera, sólo valía la pena llegar a Santiago. No era cuestión ahora de tener una caída y arriesgarlo todo por nada”, asevera.

 

Para el piloto de Manlleu ha sido una carrera muy complicada, puesto que en la segunda etapa rompió el motor de su Honda y, desde entonces, fue a remolque de otros problemas que complicaron sobremanera su evolución en el rally raid más duro del mundo.

 

En cuanto el calor ambiental fue en aumento (recordemos que en el hemisferio sur es verano) y la prueba se adentró a cotas elevadas, ya cerca de la cordillera de los Andes, la bomba de la gasolina empezó a fallar. Para poder seguir adelante, Farrés tuvo que anularla durante varias etapas. Eso le hizo perder autonomía de combustible y más de un día se vio forzado a pedir ayuda a otros participantes o a la gente del público. Por si fuera poco, cuando todos sus problemas parecían haberse esfumado, golpeó el colector de escape en la undécima etapa y volvió a perder mucho tiempo.

 

“Para nosotros ha sido un rally extremadamente complicado. Cada día nos pasaba una cosa u otra, así que llegar a la meta hoy ha sido una alegría. El equipo ha trabajado muy duro y se merecía este premio. Les quiero agradecer a todos los miembros de Wild Wolf el esfuerzo que han hecho. Ha sido increíble hacer lo que hemos hecho. Otros se hubieran ido a casa mucho antes y nosotros hemos perseverado, por lo que tenemos que ir con la cabeza bien alta”, reconoce.

Dificultades al margen, Farrés también ha obtenido buenos resultados, como el séptimo puesto alcanzado en la tercera etapa, justo un día después de romper el motor y sin apenas haber descansado. “En la clasificación general me hubiera gustado hacer un buen papel, es obvio, pero por todo lo que nos ha sucedido no ha sido posible. En cuanto a mí, me he sentido mejor que nunca en carrera, con mucho feeling, ritmo y con la impresión de que podía estar con los pilotos de delante. De hecho, si dejamos los problemas a un margen, con una moto muy de serie hemos peleado con motos de presupuestos tres y cuatro veces superiores. Nos tenemos que sentir orgullosos de eso y tomar nota de lo que hay que mejorar para el futuro”, concluye.

 

El piloto de Wild Wolf, que finalmente ha sido 69º en la edición 2013 del Rally Dakar, llegará al aeropuerto de Barcelona el próximo martes 22 de enero a las 20h10 procedente de Santiago de Chile.

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