La quinta etapa del Dakar, de 423 kilómetros cronometrados desde Calama a Iquique, fué condicionada por los problemas que Gerard Farrés tuvo con su Aprilia. Si las dos últimas jornadas el navegador jugó una mala pasada al piloto catalán, en la jornada de hoy, camino del Oceano Pacífico, Farrés ha perdido 50 minutos a causa de un problema en la bomba de gasolina y de una suspensión que no acaba de funcionar.
Gerard Farrés se ha visto obligado a realizar una conducción al límite de sus posibilidades para llegar a la meta perdiendo el menor tiempo posible. Finalmente el Jabalí del Desierto ha salvado con un sobresaliente una situación extrema y se mantiene en la posición 22 de la general.
Pese a la situacion, Farrés sigue lleno de optimismo «Esty disfrutando de este Dakar más que nunca. Las cosas tienen que ir mejor y escalaremos muchas posiciones dentro de la clasificación».
La sexta etapa del rally se desarrollará mañana viernes, con 265 kilómetros de enlace y 456 de sección selectiva entre Iquique y Arica.