Saltar a contenido

Saliendo por Orejas III - Jonathan

Puntuar este tema:


Buds

Recommended Posts

Yo de pequeño vivía en un pueblo. Un pueblo de esos pequeños, en los que todo el mundo se conoce. La única gracia de mi pequeño pueblo con respecto a otros que he ido conociendo a lo largo de mi vida, es que mi pueblo tenía playa. Y eso es una diferencia importante. Tener playa era como tener dos pueblos. Aburrido en invierno, y lleno de tías impresionantes e inolvidables en verano.

Durante el invierno todo era más o menos normal. Íbamos al colegio publico (ni siquiera podíamos imaginar que existiesen los privados), jugábamos al futbol y nos dábamos de hostias en los recreos, jugábamos al futbol y nos pegábamos pedradas después de clase, y los fines de semana jugábamos al futbol. En descampados, en calles con una pendiente de cojones, en campos de tierra llenos de piedras. Jugábamos al fútbol. Tampoco teníamos muchas mas opciones. No sabíamos que era eso del baloncesto, ni el balonmano, ni prácticamente ningún otro deporte. Así que jugabas al futbol y punto. Si jugabas más o menos bien, eras socialmente aceptado dentro del entorno masculino infantil. Si eras muy malo, eras un paria.

Todo giraba en torno al fútbol. Salvo en mi casa. En mi casa se hablaba de motos y de carreras, y punto. La única desviación permitida en nuestra religión era la de los Kart. Mi casa estaba siempre llena de revistas de motos. Mi padre compraba el motociclismo, el solomoto, el motomagazine (lo poco que duro… aquellos artículos de Marcos Cogan y Prisca Vazquez) y para mi, me compraban el motoverde. Las conversaciones con los amigos de mi padre siempre eran sobre la siguiente carrera de motocross de los de Denia (aquellas Ancilloti y las Valenti que vinieron después), sobre si el catalán aquel se había adelantado a nuestro Pepe Bisquert en la salida de aquel campeonato de España de Karts en el 77 (todavía le damos vueltas a aquello), a lo pasado que iba Boix en Benidorm, a como pasar por la frontera alguna cross japonesa, a los viajes en moto a concentraciones por media España… en mi casa se respiraba gasolina.

Así que yo crecí y me forme (más bien deformé) como persona a través de aquellas historias de carreras, y a través aquellas revistas que me pasaba horas y horas leyendo. Mi infancia esta llena de historias de motos. Las revistas en aquella época no tenían nada que ver con las de ahora. En aquellas revistas escribían tíos que te contaban historias llenas de aventuras. A través de aquellas revistas, llene mi vida de héroes… héroes antiguos que ya en aquel momento eran jóvenes para siempre, como Bill Ivy, Santiago Herrero, Ramón Torras, Jarno Saarinen… héroes nuevos que dejaban sus sueños e ilusiones en pistas lejanas como Tom Herron (a veces se muere en las carreras), Pat Hennen (aquella isla llena de duendes y sueños), Víctor Palomo y aquella curva de Montjuic, Sauro Pazzaglia en el Jarama, Ricardo Tormo, Mingo Pares…

A través de aquellas revistas descubrí algo que nunca jamás ha cambiado en mi vida. Que las motos, las carreras, hacen que mi vida tenga un poco más de sentido. Leyendo a Dennis Noyes aprendí lo que era probar una moto, y lo que era adorar las carreras. Aprendí que para vivir las carreras solo necesitabas una Velocette, y que un periodista necesitaba tener una pistola en el cajón del escritorio por que las opiniones a veces son peligrosas. Aprendí que los federativos no son gente de fiar (Luis Soriano me daba miedo en las fotos). Que nadie podría entrar nunca en Pegaso como lo hacia Víctor Palomo.

Durante mi infancia vi aquellas luchas entre Muñoz y Elias, vi como abrían aquellas puertas de aquel muro a final de recta en Cullera por si algúno se salia recto, vi brillar los ojos de Juan Garriga mientras pasaba a fondo a un palmo de tu cara en cualquier circuito urbano de aquellos en los que se corrían las Series, y vi el principio del fin de aquellos circuitos urbanos aquel día que Nieto se fue recto en Benidorm contra el público.

Durante mi infancia descubrí que nunca debes comprarte una guzzi, que las motos japonesas eran un sueño que solo existía en fotos, que me ponía nervioso la forma de escribir de Jaime Alguesari, que Juan Porcar nos podía llevar a todos montados en aquella Ossa hacia Dakar a través de sus palabras, que nunca le perdonaría a Carlos Domínguez aquel artículo sobre Cardus, que los franceses no eran malos por lo del dos de mayo sino por lo plantarse y no correr en Montjuic…

En aquella época era tan solo un sueño lo de que uno de los de aquí fuera campeón del mundo de 500. Lo de ganar en trial se podía vislumbrar lejanamente. Con el monstruito Soler, con Toni Gorgot empezábamos a soñar… En enduro pasamos muchos años desde Casas, Pibernat, Riuldalbas… y toda aquella banda hasta que llego ese tío de Cambrils para cambiar el mundo. El motocross continuaba siendo esa cosa en la que ganan siempre los belgas, salvo en el MXDN que lo ganan los yankees…

A lo largo de mi vida me he creado mi propia galería de héroes. Durante mucho tiempo guardé una botella de Champagne para el día que Freddy Spencer volviera a ganar una carrera. Yo adoraba a Freddy, no porque fuera un gran piloto, que lo era, sino por un artículo sobre él que escribió Dennis alla por el 82 o 83, y por que un día, en 1983, en el Jarama me dio la mano mirándome a los ojos y sonriéndome con una amabilidad asombrosa. Pero Freddy no volvió a ganar. Aunque soñamos con ello durante unos segundos aquel día en Donnington Park… También guarde mucho tiempo otra botella para el día en que Alberto Puig volviese a ganar un GP (como cierto gran piloto escribió una vez… yo también hubiese querido ser Alberto Puig). Y aunque no lo ganó, ha ganado muchos después a través de ese pequeño y extraño genio que cada día me recuerda mas a aquellos taciturnos y reconcentrados pilotos Yankees de los 80… que vivían para ganar carreras y no para hacer amigos ni vender salchichas.

Durante mi infancia, dentro de mi mundo de motos, lo más importante que hubo en mi vida fue el motocross. Podía pasarme horas viendo una foto de Heiki Mikkola, o de “Rolls” Noyce, o de Randy Muñoz. Podía pasarme horas sentado en un circuito de cross abandonado.

La última botella, después de la de Freddy y la de Alberto, la guarde durante mucho tiempo para el día en que un españolito ganase por fin una carrera del mundial de motocross. Era mi sueño.

Por desgracia, desde aquella botella paso mucho tiempo, y se quedo olvidada en algún armario de un piso compartido en Valencia. Aquella victoria no llegó. La carrera que ganó Vico no me importo demasiado (la verdad es que Smets lo podía haber hecho de otra forma), pero si me lleno de sueños y esperanzas y lagrimas aquel día grandioso de Vico en Foxhill, hasta aquella subida en la que Doug Henry se encontró con una victoria que era de todos nosotros (si había que perder aquella carrera que mejor que hacerlo contra ese grandísimo hombre creado a base de hierro, fuego y dolor)

Pero a veces, los sueños se cumplen. El otro día Jonathan Barragán ganó una carrera del Campeonato del Mundo de Motocross.

Ahora ya soy un señor mayor. Ya no tengo botellas guardadas. El día que ganó esa carrera quizás no cambio nada importante en mi vida. La gente no salio a las calles con banderas, ni hubo grandes reuniones en la Plaza de Colón para celebrarlo. Mucha gente ni se entero de que un españolito, del sur de Madrid, había conseguido algo que es mucho más que un sueño. La mayor parte de gente de este país ni sabe ni sabrá nunca el trabajo y el sufrimiento que hay detrás de un deportista que deja su vida para perseguir sus ilusiones. La mayor parte de la gente no ha visto llorar de rabia a su padre después de la enésima rotura de esa ktm. La mayor parte de gente no ha visto a su familia en esa pequeña autocaravana con la que Jonathan se mueve por el mundo.

Como contaba al principio, en mi pueblo, cuando yo era pequeño se jugaba al fútbol y punto. En mi pueblo, de todos los niños, solo había dos a los que nos gustaban las motos. El otro día, cuando Jonathan gano esa carrera, no paso nada importante en mi vida. Pero fui, durante unos momentos, increíblemente feliz.

Y quiero pensar, que a pesar de la distancia, y del tiempo que ha pasado, que aquel otro chaval que hablaba de motos conmigo en el colegio también ha sido feliz. Somos muchos los que hemos celebrado los partidos estos días de la selección española. Sin embargo solo somos unos cuantos elegidos, los que hemos celebrado, quizás con una simple sonrisa, quizás con unas lagrimas asomando a los ojos, esa victoria que supone la culminación de los sueños de tantos hombres valientes que han luchado y sufrido en los circuitos de este país.

El otro día Jonathan cumplió aquello por lo que lucharon y trabajaron los Sainz, Mendivil, Muñoz, Elias, Colomina… cumplió con los sueños de todos aquellos que alguna vez han estado detrás de una valla de salida en cualquier lugar de España, de todos aquellos que durante los años hemos peregrinado a cualquier sitio para ver una carrera.

El pasado 1 de junio, Jonathan Barragán ganó el GP de Inglaterra de MX1. Gracias por los sueños tío grande.

Enlace al post
Compartir en otros sitios
  • Respuestas 52
  • Created
  • Última respuesta

Top Posters In This Topic

  • Buds

    4

  • valenti

    3

  • Correkaminos

    3

  • Jota

    3

En mi barrio, futbolero por excelencia (Luis Aragonés es de aquí...) yo era un bicho rarísimo. Mientras mis amigos solo hablaban de Maradona, Schuster, Santillana, la quinta del buitre al completo, Futre, etc, etc... yo solo podía hablar de Arcarons, Mas, Gallardo, Gil, Esteuri, Hernández & Fernández, Vall, Llobet, Rovira, los Puigdemont, Esteve, Sotelo, etc, etc, etc... Todos ellos héroes para mi y casi todos catalanes. Quizás por eso, desde Madrid, siento tanto respeto y comprensión por los catalanes y les defiendo cuando alguien se mete con ellos... :D A mis amigos, por supuesto, estos nombres les sonaban a chino y si en esa época se hubiese utilizado el término "friki" como ahora, yo hubiese sido uno de ellos :lol: :lol: La de veces que habré oido eso de "pero eso del enduro no es un deporte... coge una bici y da pedales, verás lo que es deporte..." Menudos rebotes me he pillado y menudas "trifulcas" he tenido por eso.

Gracias Buds por tus reflexiones, se agradecen mucho. Un saludo.

Enlace al post
Compartir en otros sitios

Gracias, gracias y más gracias.

Esto me ha recordado los grandes artículos del motoverde como bien indicas, esto es un verdadero artículo y no lo que se lee ahora.

Un saludo,

Enlace al post
Compartir en otros sitios

Paquito!!!!, muchos "mal llamados", periodistas deberían tenerte de ejemplo, por lo escrito, por la forma de hacerlo, y sobre todo por la calidad e intensidad de lo que escribes........

ojalá hubiése más gente que nos tocáse el corazoncito como tú lo haces....... :D

un abrazo y gracias por ello. :wink:

Enlace al post
Compartir en otros sitios

Esto demuestra que la sensibilidad no está reñida con el aceite del carter, y que un auténtico motero como es buds nos puede hacer sentir a todos a través de las palabras un escalofrio al leer que otros han tenido las mismas pasiones que tú y que la mayoría de las veces no eran compartidas.

lo dicho un saludo :wink:

Enlace al post
Compartir en otros sitios

Pues si Paco. Has descrito a la perfecccion los sentimientos que tuve cuando estaba viendo la carrera y por fin vi a Jonathan subirse a lo mas alto del podium.

Por fin un "españolito" esta ahi arriba despues de años y mas años en los que todos se han quedado por el camino, por uno u otro motivo.

Como ya hice en el post que abri contandolo, y enseguida de hundio en las inmensidades de este foro:

:idea: ENHORABUENA JONATHAN :idea:

Enlace al post
Compartir en otros sitios

Paco, solo puedo darte las gracias por expresar de esa forma tantos sentimientos de los que me siento totalmente identificado (excepto por lo del fútbol, que a mi ni fu ni fa).

En casa hemos vivido las motos y la competición toda la vida. Perdí a mi queridisimo hermano Javier en un accidente de moto, pero ni si quiera eso ha podido separarnos de ellas, esas máquinas que nos hacen sentir y vivir experiencias inolvidables y que, después de mas de 32 años encima de ellas, aún sigo sintiendo, sino mas, ese placer que se siente al ir encima y sentir esa libertad y a su vez control, en la perfecta simbiosis de máquina-hombre.

Desde mi primera cota 172 en la sierra de San Rafael, donde aprendí a apreciar de verdad lo que es la moto de montaña, o mi primer trial, con mis manetas navarro anti-rotura. En fin, no quiero extenderme.

El deporte del motociclismo para mi es sinónimo de sacrifcio y esfuerzo y mas aún en disciplinas "minoritarias" como puedan ser el motocros, el trial o el enduro, po rlo que los campeones que tenemos son un símbolo de ese esfuerzo, tesón y disciplina.

Siempre recordaré con 15-16 años cuando iba con mi profesor de tecnología Angel Soria, a las carreras del nacional de motocros con su Pursang MK11, la época de un tal Toni Elias, que me encantaría verme con aquellos ojos llenos de ilusión. O ir a ver el enduro de El Escorial con tal Narcis Casas, Guillermo Moreno De Carlos y un jovencito Oscar Gallardo. Aquellas Fantic de 75 cc, que eran unos pepinos, subiendo por Navalespino, o las Puch Cobra Blanco.

Volviendo al sacrificio, diré que esto solo se hace por verdadera afición, no es una cuestión física mas, sino que hay que "llevarlo dentro", sino no serías capaz de dar tanto.

Hoy, ya siendo persona mayor, para mi cada día que salgo a montar o corro una carrera, es como un triunfo personal. Sé que el tiempo va en mi contra y que llegará un día en el que me duelan los huesos de tal forma que ya no pueda ni subirme a la moto, pero hasta que llegue ese día y aún mi espiritú me pida seguir "retorciendole la oreja" a las motos, seguiré "sufriendo" y luchando, buscando esa trialera imposible en la que me sentiré morir, pero que cuando la culmine, volveré a renacer para disfrutar de lo logrado y busca otro nuevo reto.

Gracias Paco por hacerme sentir de nuevo estar vivo.

Un abrazo.

Correca.

Enlace al post
Compartir en otros sitios

:( por la nostalgia del relato

8O por lo que he aprendido en un simple post

:lol: por mi ignorancia al respecto

8) :wink: :P :D por ti compañero.

si fuera andaluz, te daria tres oles como es mandao.

como no lo soy te los doy igual porque te lo has currado

(PD : imagina que por un momento crei que el que habia ganado era yo :oops: :oops: :oops: :oops: :oops: )

Enlace al post
Compartir en otros sitios

¡Navega sin publicidad en 2y4t!
Registra una cuenta o conéctate para comentar

Debes ser un miembro de la comunidad para dejar un comentario

Crear una cuenta

Regístrate en nuestra comunidad. ¡Es fácil!

Registrar una cuenta nueva

Iniciar Sesión

¿Ya tienes cuenta? Conéctate aquí.

Iniciar Sesión
×
×
  • Create New...