CRONICA DEL II RAID LAS BRUJAS CERNÉGULA (BURGOS) by Correca

O LAS NUEVAS ANDANZAS DEL INGENIOSO CABALLERO DE TORNEADA FIGURA DON QUIXOTE DE LA MANCHA Y SESEÑAS

Eme aquí que me encuentro de nuevo desfaciendo entuertos por tierras de la Castilla la Vieja, donde el Rey Fernando y Doña Isabel unificaron tierras y reinos. Cernégula, en la Merindad del Río Ubierna, conocido como el “Pueblo de las Brujas”, cruce entre Cantabria, Navarra y Galicia, donde antiguos caballeros y caminantes, todos ellos con ancestrales historias brujeriles contadas alrededor de Las Charcas Endorreicas y de un espino, con sus cantos y maleficios “Todos los Sábados las brujas de Cantabria... tras churrar (uuuyyyy!)... en las cenizas del hogar y al grito de... ‘¡Sin Dios y sin Santa María, por la chimenea arriba!’... parten volando en escobas o transformadas en cárabos... rumbo a Cernégula... pueblo de Burgos donde celebran sus reuniones brujeriles alrededor de un espino... para... luego del bailoteo, chapuzarse en una charca de agua helada...” o este otro cantar mas popular “‘De la cueva de Ongayo salió una bruja con la greña caída y otra ‘brujuca’. Al llegar a Cernégula ¡válgame el cielo! un diablo cornudo bailó con ellas. Por el Redentor, por Santa María, con el rabo ardiendo ¡cómo bailarían...!".

A todo esto, ya me había provisto de pócimas y otros ungüentos, consagrándome a Nuestra Señora de la Natividad patrona de la aldea. Prestos, mi querido Sancho Pipol y este humilde Caballero, partimos al amanecer en los albores del día hacia nuestro destino. Nuestros rocines engalanados y acicalados para nuevas aventuras pero con miradas inquietas por lo incierto del desafío.

Cruzamos las tierras de Segovia, donde nuestro Rey Fernando el Católico enviudó y tomo nuevas nupcias con Doña Germana de Foix. Las inusitadas vistas nevadas de la montes de la Sierra del Guadarrama, el Nevero, Navafría, la Mujer Muerta, todos ellos en los Montes Carpetanos. Por Aranda de Duero, conocida por sus estupendos caldos de la Rivera de su caudaloso río y llegamos a Burgos capital del Reino de Castilla. A pocas leguas de allí se encuentra la aldea de Cernégula, cerca del Páramo de Masa, donde el frío viento azota sus muros y en medio de una basta llanura.

Personó me en el lagar donde estaba Maese Pana con la organización del evento, dándonos las credenciales a nuestras Mercedes. Cuando salíamos de la hacienda, nos topamos con un grueso grupo que iba organizando algarabía entre las gentes allí presentes. Yo, que soy Caballero que le gusta pasar desapercibido, observo que las miradas del grupo se dirigen hacía mi triste figura y entonces empiezan a cantar “ ESE CORRECA OOOEEEE…, ESSE CORRECA OOOEEEE…”, ¡¡PARDIEZ!!, una sensación de alegría y de alivio me invade, de mi boca salen canciones de anteriores batallas y no puedo mas que gritar con voz henchida, entre abrazos y con los ojos húmedos de alegría… “ESOS PETARDOOOOS OEEEEEEE…”. ¡¡Voto a Bríos!!, eran ellos, mis fieles compañeros de aventuras, mi querido 5º PETARDERIA, que se habían personado en aquesta batalla, como prometían, para lidiar juntos aventuras y desventuras. Ahora ya estaba completo y seguro que las jornadas iban a ser épicas.

En el acantonamiento nos encontramos con Maese Paco Bud (no confundir con Maese Budweiser, éste es otro) y su fiel compañero Maese Nacho Alda, ambos de “dosycuatrotpuntocom” extrañamente así llamados sus quehaceres como trovadores de este tipo de eventos. La cosa mejoraba, pues de nuevo encuentro antiguos amigos, Sir Daniel de Ratoncillo y Sir Tony de Galápagos.

El día era frio como inhóspito el paisaje. Vientos helados prometían precipitaciones de blancos copos, pertrechándonos para la ocasión con los ropajes para frio y nos dispusimos a reconocer las lides del recorrido y estar prestos para la batalla del día siguiente.

El recorrido empezaba con la parte cronometrada, por una senda estrecha y sinuosa que iba abriéndose y cerrándose a capricho de los brezos, plagada de tomillo y espliego, algún enebro y gayuba. No era difícil y las diferencias estarían en el arrojo de los Caballeros al ir reconociendo el terreno con gallardía. Otros, ávidos y perspicaces, dieron una pasada inicial para luego pasar la cronometrada, habiendo ya visto las posibles trampas que tuviese el camino.

Por caminos abiertos y un poco descarnados llegamos a aldea de Abajas, bordeando el pueblo dirección sur y haciendo una subida bastante pronunciada, siguiendo por la cuerda de una sierra, con continuos badenes y toboganes, muriendo en un arroyo con un paso estrecho. Ahora llegaba la zona rápida del recorrido por un camino ancho de los de apretarle las orejas al rocín. Los cambios de ritmo eran constantes, pues lo mismo ibas por un camino abierto que por una senda estrecha y embarrada, que por una cuerda con badenes o por un lodazal.

Era muy divertido y permitía sacar lo mejor de cada hacienda, pues requería un jinete completo, ágil en sendas estrechas y con aplomo en las rápidas. No permitía ningún despiste, eso si, pues estaba lleno de trampas y roderas, la mas mínima relajación suponía un enganchón en un barrizal, o una salida del camino en una curva de una zona rápida como así vi a un Caballero.

Llegamos al último tercio del recorrido, al pasar por la cascada de un túnel que daba a un arroyo entre montes cerrados, no permitía mucha variante, en la que se formaron unas buenas pozas y roderas, que a la postre sería anulado su paso por las dificultades añadidas por el trote de tantas caballerías, haciéndolo impracticable.

Empezábamos a subir por monte bajo, entre matojos y matorrales, con troncos duros como el acero, que te quitaban los pies de los estribos. Llegamos a unos repechos en tres lomas que complicaron la vida al personal. La subida se hacía complicada dado que al inicio lo rodeaba un arroyo y, con el paso, se había convertido en una poza y había que acertar en el sitio elegido. Seguíamos subiendo por una senda estrecha, para luego bajar de nuevo a un camino, pasando por un control.

Desde allí arriba se vislumbraban molinos de viento, pero estos no eran como aquellos de Herencia, éstos más bien pareciesen venidos del cielo, pues no se asemejaban a nada terrenal, con grandes aspas y estrechos talles. Allí estaban de nuevo mis fantasmas, pero esta vez estaba seguro de salir vencedor que no vencido. Acometí presto el desafío. Comenzaba con una subida sinuosa como serpiente de cascabel, llena de pedernal incrustado, que hacía que los cascos de nuestros rocines patinaran, dificultando la conquista. Mas adelante, tras otra subida ahora a izquierdas y con dos escalones, estaba la subida final para vencer a esos colosos. Era de unos 70 metros, llena de pedernal otra vez, pero esta vez con escalones en la zona intermedia y la única forma de acometerlos era con decisión y a buen ritmo, sin perder la verticalidad. Atuse las riendas a mi corcel……, clavé espuelas….., y ahora si, de un tirón hasta la cima. Había conquistado aquestos Gigantes de Cernégula que ahora no pareciesen tan bravos. Sin duda las brujas me habían ayudado.

Ahora ya todo era más fácil, estaba hinchado de honor patrio, con seguridad en las riendas y con la idea de que ya nada se me pondría por delante. Solo quedaba una senda rápida combinada con camino roto con muchas piedras incrustadas, en una de ellas, nuestro Hidalgo Alfredo de Motolines, tuvo la mala fortuna de herir a su corcel, pero que luego restañaría con los servicios de Maese Santi del Bazoroto. Llegando de nuevo a la aldea de Cernégula.

Después de reconocido el percal y de tomar unas buenas viandas traídas del hogar, haciendo las delicias de los allí presentes, preparadas con cariño y esmero por mi amada esposa, mi Dulcinea, Doña Marcelita de Caballero y Gaetes, nos dispusimos a dar otra vuelta, esta vez si, a buen ritmo con Maese Paco y Maese Nacho. Questa ronda fue de lo mas divertida y rápida, yendo Maese Nacho y yo a un ritmo digno de nuestros linajes.

Una vez preparado las monturas para el siguiente día, apostándolas en un cobertizo al uso próximo a la localidad, nos alargamos a la posada donde esa noche intentaríamos conciliar la mente con el espíritu, descansando nuestros maltrechos cuerpos y alejar de nuestras cabezas los malos farios de Brujas y Duendes.

Trece Caballeros PETARDOS éramos en la mesa cuadrada donde compartíamos anhelos, esperanzas y experiencias de lo acontecido en el día, donde una posadera con pocas formas y menos gracia, nos iba decantando los majares que nos ofrecían. Las risas y el buen humor habían tomado la mesa. Allí estábamos Don Freddy de Larga Figura y de Buenasformas, Don Oscar de CR, El Caballero Estaca, Sir Jorge de Jorjor, Don Ismael de Sneaker, El Hidalgo Salvador, Sir Iceman, Maese Chema y Yam, el Hidalgo Don Alfredo de Motolines, mi fiel Sancho Pipol y el que suscribe.

Después de una copiosa cena, con inmejorables viandas de la tierra, finos caldos y ostentosas carnes, llegó se el posadero con la dolorosa, a la que tuvimos que lidiar, pues las carnes más bien pareciesen rubís de las Arabias y en vez de chuletones, bofetones de un Caballero del norte de Castilla dados con la mano abierta.

Nos dirigimos a nuestros aposentos con una sonrisa en la boca de lo acontecido y con la mirada puesta en la gesta del día siguiente.

Amaneció encapotado, sombrío y calmado, pues la jornada anterior habían vientos que mas pareciesen tempestades. El día no era claro y no daba muchas esperanzas a ver si quiera tímidamente el gratificante sol.

Una vez apostados en nuestro lugar de partida y habiendo deseado las suertes a nuestros conocidos, prestos acudimos a batallar y comenzó lo que vuestras mercedes esperaban.

Salgo con el tercer grupo de Caballeros pero no muy bien, en el último tercio, pero en el primer despiste me quito a cinco de un sácate. Sigo el rastro de mi objetivo como un sagueso can, que no era otro que puntuar más o menos lo mismo que mi inmediato seguidor en la Copa, Don Alberto Hoyospordos Caballero de Husa y Berg y así es. Voy pegado a su trasero esperando cualquier error para sobrepasarle.

Los paisajes y caminos se suceden. En las zonas rápidas la velocidad de paso de los árboles les hace casi invisibles. Yo concentrado en el camino no cometo errores y de momento no he tocado suelo. Mi objetivo sigue delante. A mitad de ruta y en un despiste consigo arrebatarle la posición y empiezo a apretar. Noto como se va alejando, haciendo ya imperceptible el ruido de su montura. Ahora estaba donde yo quería.

Llegó me a los aledaños de los Gigantes y en un paso con pozas sombrías, mi corcel se empeña en no seguir la ruta establecida, deslizándose hacia un extremo del camino y quedó me fuera de éste, teniéndome que dar la vuelta para enfilarlo de nuevo y perdiendo un tiempo maravilloso. Veo que Don Alberto me rebasa y se me remueven las tripas pensando en lo absurdo del despiste.

Sigo camino entre los matojos que te quitan los pies de los estribos, siguiendo la ruta personó me en la serpiente donde había unos pocos Caballeros esperando turno ordenadamente hasta que llegó un Caballero “ilustrado” queriendo romper la armoniosa fila. Llamó le la atención con mirada desafiante y recordó le que no existe regla escrita sobre la espera pero si en el corazón del buen endurero. Allí estaba también esperando Don Alberto de Husa y Berg.

Unos minutos después ya habíamos pasado la cascabel sin dificultades, un poco más allá otra vez la espera, no muchos mas minutos, pero a la hora de humillar al Caballerete “Ilustrado”, que al final se había puesto nervioso y había desordenado lo ordenado, fui golpeado en plena faz con una serie de duras rocas que dejaron marca en mi napea y mi lindo ojo izquierdo.

Al final corono antes que mi rival y continúo la ruta hasta la primera asistencia. Fui ayudado por Sir Daniel de Ratoncillo, abrevando mi corcel con caldo y yo mismo sacio mi sed, y comencé la segunda pasada…. Ahora iba con más ritmo, como mas desahogado, es cuando ya sabes lo que te espera y no has cometido errores de importancia, sabiendo que no habrá grandes impedimentos.

En esta segunda vuelta no hay grandes sobresaltos y todo discurre con normalidad. He perdido a mi rival y no se por donde anda, pues no le he visto ni entrar en la asistencia. Llegó me a la segunda asistencia, habiendo pasado la cuesta de los Gigantes con un poco de ayuda de Santi de Bazoroto, pues había un Caballero dificultando el paso y tuve que cortar el gas a su altura, con el consabido enganchón.

La tercera vuelta es la mejor de todas, ya prácticamente no queda nadie y el recorrido esta limpio y bien conocido, dado que esa era ya la quinta vez que pasaba por allí en el fin de semana. Ahora vas más a ritmo y sin presión, pero donde antes había zanjas de veinte centímetros ahora son de cuarenta y eso te puede costar un enganchón, como así fue. En una subida que en cualquier otro momento no te fijas en ella, ahora había un zanjón y topé con la quilla de mi corcel, teniendo que arrastrarla cuesta abajo, perdiendo preciosos minutos y parte de mis escasas fuerzas. Por lo demás la serpiente fue mía sin un solo pie, como la cuesta de los pedernales, alcanzando la meta satisfecho de la gesta y con la sonrisa puesta.

Vuelta para nuestros hogares con la satisfacción completa y habiendo mantenido el honor intacto.

Y así les relato mis nobles Caballeros la última gesta de este humilde hidalgo, lamentando el retraso por la transcripción de estas andanzas, pero ya hemos vivido otra que será digna de su propia historia. Dios guarde a vuestras mercedes.

Correca.

Fotos by Correca & friends

ANTONIO COMO SIEMPRE ERES UN FENOMENO

UN ABRAZO DE TU AMIGO SAZA

:lol: :lol: :lol: :lol:

GENIAL

ANTONIO COMO SIEMPRE ERES UN FENOMENO

UN ABRAZO DE TU AMIGO SAZA

Querido Jose, gracias y se te echa de menos por esos caminos de Dios. Pero no te preocupes que en breve de nuevo estaremos juntos compartiendo polvo y viandas.

Un abrazo grandisimo.

De tu amigo Antonio

muy buena, estáis poniendo el listón muy alto :D

Gracias

Correca, totalmente impresionado dejado me has... Sublime! Aún eres mejor escritor que piloto... Enhorabuena por ese segundo puesto provisional! pero sobre todo enhorabuena por ser capaz de escribir estas crónicas...

Espero que nos veamos en Mondoñedo. Antes iremos a Trujillo.

Cuéntanos algo de Requena!

Un abrazo fuerte

Buena cronica, sir correca :D .Un saludo.

Como siempre, crónica estupenda, simplemente genial Antonio. Da gusto leerlas en serio.

Un saludo :D :D

PROPONGO que expulsen a este cabllero y al sr rtorres del foro ya!!!!

quien coño se atreve a escribir una cronica sabiendo que te lo van a comparar con lo que escriben estos dos señores??? NADIE!!!!

En serio correka!!! EXCELENTE!!!

:lol: :lol: Muy buena la foto de Don Quixote y Sancho :lol: :lol:

Antonio de nuevo hay que felicitarte, ¡qué cronicazas!. Esta me la imprimo (si no te importa) y se la paso a un amigo al que esto de los ordenadores la va tan poco como a Tarzán las camisas .

Por cierto, en la próxima foto poned alguna botella de agua en la mesa, ¡coñe!¡Aúnque sólo sea para despistar! :!:

Un saludo crack, eres muy grande (en lo personal, no me malinterpretes :mrgreen: ).

Sencillamente ingenioso hidalgo Don Correcaminos de la BMW, es un placer leerte y tirar de tu rueda en esas trialeras de Dios.