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Crónica CopaTT Polientes´10. La gente es lo importante

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La última de la copa. Un año con varios sustos pero sin lesiones es un buen año.

Nos hospedamos en Virtus Off Road, con Jesús como anfitrión y con un carrete y palique acerca del enduro que no os imagináis, con conocimiento de causa, con mucha pasión, con mil carreras, con decenas de miles de Kilómetros y millones de anécdotas: “lo que mejor viene es tomar bocanadas de aire grandes en las trialeras, respirando ahí con dos cojones”. Claro que sí, joder, va a ser eso.

Qué tendrá esto de las motos, que nos hace olvidarnos de todo, de las mujeres, del alcohol, de la juerga, y nos tiene horas y horas en vela, buscando los Templos de este deporte?

Santi Pipol llega con la rodilla y un dedo lesionados. Juanpe Becario tiene otro dedo maltrecho, pero conseguirá una crema especial que lo dejará contento durante todo el fin de semana.

Correca, fornido, vigoroso, sabio. Cerrará su año en la copa con un segundo puesto en Veteranos B y 15ª Scratch.

Jorge con la KTM 200 exsanti (las motos aquí son como las chicas en las pandillas de pueblo, que tienen un pasado), con problemas en una trialera el sábado, que resolverá con creces el domingo, con salto incluido en la coronación.

Y Alfredo Motolín, subiendo de nivel, y con un reciente acuerdo para llevar una conocida marca de condones en el carenado de su Honda 300, que será la comidilla del padock.

El sábado salimos a la vuelta de reconocimiento a las 12:30, como está mandado. Como hacen los buenos que vienen a las carreras y sólo a las carreras. Algunos ya van cansados solo de vestirse, porque superamos los 30 grados y además se han metido entre pecho y espalda unos huevos con chorizo a eso de las 11, siguiendo instrucciones concretas de sus preparadores físicos y nutricionistas.

He repasado mi estrategia de competición en los días previos montones de veces. Lo primero, meterme en las parrillas de la crono sin arriesgar. La crono empieza en un camino arenoso para entrar a los pocos metros en un bosque de robles, con un sendero que da vueltas y revueltas, que no permite errores. Está bien marcada. Cuando veo que me disparo, me contengo. Mis cálculos han sido erróneos y no entro en las parrillas por 5 segundos. O 6.

No lo sé con certeza todavía, pero lo intuyo. Los pilotos bregados tenemos este olfato.

El circuito es típico copero, machacón, variado, sin dificultades extremas, pero también que requiere atención permanente y no hay apenas momentos de descanso. Alterna sendas rotas, con cruces por bosques muy revirados en los que hay pasos en los que casi no cabe el manillar entre los árboles, alguna subida de esas de a todo rabo, bajadas por cortafuegos en las que todo el mundo piensa que va muy rápido, pero que se puede ir mucho más, varias pozas, y alguna pista de enlace.

Total 39 kilómetros, en los que nosotros tardamos 2 horas y media. A ver. Tardamos 2 horas y media porque somos pros, y lo queremos ver todo bien. Alguno quiere sentir la pájara para entrenar pájaras. Y nos dejamos caer en alguna poza para ver si son profundas de verdad. Cuando llegamos a meta estamos confusos con respecto al tiempo que dura cada vuelta. A mí me parece que una hora y veinte; a Correca, que es algo mejor que yo (todavía) le parece que entorno a una hora. Pero bueno. Qué más da. En la ladera del río Ebro comemos las indescriptibles viandas que ha preparado su mujer Marcela, lo mejor del día hasta el momento y después del momento. Los guerreros del barro se bañan violentamente en el río, con las botas puestas. Yo me baño un poco, que estoy delicado con un catarrazo asqueroso.

Preparando las motos para la odisea del día siguiente llega Juan del Olmo, moviéndose por la zona de asistencias mejor que por el salón de su casa. Nos cuenta que ha asistido a un piloto vasco que se ha pegado un golpetazo tremendo. Creo que es Luis Rey. Lo que se comenta es que se ha roto la rodilla, pero al final será el fémur. Mucho mejor. La diferencia entre estar dando guerra después de este verano o después del verano del año que viene. A del Olmo, 5º al final en la categoría reina 4t superiores, lo ha traído su madre, una señora muy simpática que le dice en qué parte del recorrido gente como Sergio Sáiz corre más que él: “Yo le digo: mira por ahí ha pasado Sergio mucho más rápido que tú. Ahí tienes que apretar más”. Así se forja un campeón. Claro que sí.

Tarde soleada de gintonics en el camping de Polientes. De gintonics ellos, que yo como vengo a competir de verdad, no me los permito. Currus, con esguince de rodilla sin curar pero presionado por la marca para correr, me invita a una Coca Cola. Un amigo suyo me pregunta si yo fui el de la caída de Mondoñedo: “Sí, empecé a bajar el cortafuegos, ….etc” “Que decías: he visto a mis hias?” ese, ese. Pasamos página.

Está Galápago, este sí con un gintonic. Demuestra que no va a ser tan clave para clasificar bien al día siguiente abstenerse de estas cosas. Piloto fino, seguro y fiable donde los haya, que ha sufrido un poco últimamente con la poza del Molar. Le digo que le he sacado 20 puestos en la crono y se levanta de un respingo, aunque rápido se da cuenta de que eso es imposible.

Carlos Lobo, asiduo de estos eventos que el año que viene seguro que estará delante en su categoría. Andrés Cebrián, Xmen, tranquilo y seguro de sí mismo, con el que comento las técnicas de adelantamiento en carrera.

Suso, con su Yamaha 500 2t del año de la tana, con la que se ha pateado los montes de media España, campeón indiscutible de clásicas, que nos explica cómo gestionar la poza más larga y profunda, provocadora de varios gripajes al día siguiente. Le digo que eso es un secreto entre nosotros y que no lo cuente a nadie más. Me dice que sólo a mí. Bien.

René, con motor nuevo también por las cosas del Molar, que se retirará el domingo enfadado con los trocheros, con una de las vueltas más rápidas, en menos de una hora. Gran persona y gran piloto, siempre.

Los Petardos montando su campamento rumano, con Javieritmo con la satisfacción del trabajo bien hecho, ya que tras la vuelta de reconocimiento ahora empieza lo bueno. Por como lo están montando me da la impresión de que se les puede volar en cualquier momento, aunque parece que eso tampoco les importa mucho. Venga ya esa cerveza y ese cigarrito de liar!

Cuando salen las clasificaciones de la crono, comprobamos nuestra hora de salida, (mi corazonada de los 6 segundos, quizá 7 de retraso, era acertada) nos vamos a Cabañas de Virtus, para concentrarnos ya en la batalla que nos espera.

Le digo a los muchachos que no se preocupen, que lloverá. Y llueve.

Ceno una fabada con almejas. Total con los espaguetis tampoco me va bien.

Duermo como un niño.

La mañana del domingo es una mañana de domingo de enduro perfecta.

Como mis posibilidades en el campeonato son escasas, tampoco estoy muy tenso. El mousse trasero se me ha reducido a la mínima expresión y me da un poco de vergüenza sacar la moto del parque cerrado por la carretera porque va traqueteando como una locomotora, haciéndome botar. Esto en las sendas, como hay piedras no se nota. Bueno, sí se nota, pero yo no lo voy a percibir.

Emotiva dedicatoria de la carrera: primero para la mujer de Pan y madre de Mauro, recientemente fallecida, luego para las mujeres que acompañan a los pilotos, y para las que nos dejan venir. Aplauso cerrado. Los endureros estamos de acuerdo en algo por fin.

Me tocan en mi tanda los chicos de Motos Jesús Saiz Beta. Así que tampoco voy a competir la salida, y eso que yo soy un gran especialista en salidas, pero no tanto como estos. Saldré tranquilamente y luego ya iré devorando presas.

Consigo hacer unos cuantos kilómetros sin piñarme, porque como la senda es estrechita, he pillado al de delante y no lo puedo pasar. Cuando lo supero (gran palabra) me enciendo y me equivoco de camino. Le vuelvo a pillar, y me mira incrédulo, pensando: “este está trochando al revés…”

Todo sin complicaciones hasta la trialera subida de a todo rabo.

Hay bastante público: ya os lo digo, donde hay público hay problemas. Yo la paso con un leve empujoncito del Marshall; pero vamos, muy leve. Casi nada. Ya arriba. Quizá hubiese pasado sin ayuda. Que sí. Coño que sí.

Me hago la vuelta sin contratiempos. A ritmo. Pero me noto cansado; el gripazo que tengo me hace mella. Voy torpe, me cuesta respirar y la rueda de atrás va como si estuviera pinchada.

EL circuito se ha mojado lo justo para que no se levante polvo.

En la poza me paro y observo. ¿Estás oyendo??? ME PARO Y OBSERVO, Y ESPERO A QUE PASE OTRO.

Este es el avance más importante en pilotaje que he tenido este año.

Los que me conocen lo saben.

Me paro, observo y dejo que pase otro. JA! LO CONSEGUÍ!

Y me doy cuenta que lo mejor es ir por la derecha, por la ladera, con los pies en el agua, pero la moto por fuera. Y me pulo a 6.

A 6 ansiosos que no saben gestionar las pozas.

Llego al fin a la asistencia y me ayuda Lili Galápaga. Me riñe porque las gafas están ralladas, me da un plátano. Me pregunta hasta si me echa la gasolina. Estoy tentado de decir que sí y tumbarme un rato. Pero ahí tengo un poco de dignidad. Me dice que voy muy bien, y que Tino ha pasado hace solo 20 minutos. Yo creo que miente para animarme.

Zumbo, procurando salir por el tramo neutralizado tieso, y agachándome un poco así como para probar los amortiguadores, que he vistos que los buenos lo hacen mucho, para que parezca que voy fresco.

Llego en el minuto 12 de la neutralización a la salida, con una precisión pasmosa. Esto sí se me ha dado bien, mira por dónde.

Salgo rabioso.

El agotamiento me llega pronto. Me he sonado los mocos cuatro veces hace un rato, pero vuelvo a ir taponado. Decido volver a mi tran tran.

Cuando llego a la subida, la gestiono sin problemas. Bueno, necesito otro leve empujón, solo que esta vez entre 6. Alguien cuando ve que me quedo dice: “A ver Torres, para arriba o para abajo? Según me digas así tiramos de la moto” HORROR: ME HAN DESCUBIERTO.

Pienso…

Pienso.

“Para arriba?? Por favor?”

El empujón les cuesta un poco porque la rueda de atrás va hueca. Dos metros en determinadas situaciones son un abismo.

Cuando ya me han subido pido a la gente que no cuenten esto. Y sobre todo que no digan que fui yo.

Todos se ríen.

No, no, no os riais, que esto es muy serio.

Oigo como alguien dice: “ese es el Lechón… “ No. Yo no soy el Lechón, que me persigue irremediablemente en fama. Todo lo que le pasa al lechón a mí me lo cuentan. Yo nunca tuve nada que ver con esas experiencias. Yo nací ya con gasolina en las venas.

Me voy en primera a tope, para que la moto suene bien, que parece que va más rápida, y vean que no me ha afectado este ligero contratiempo.

AL rato me empiezan a doblar. Para los que no tenéis ni puta idea de enduro, los primeros han salido 40 o 50 minutos antes que yo. Tal vez una hora. Si no de qué me van a doblar. Estaría bueno.

Antes de una subida con escalones, en un sitio con muchas roderas me pilla un tío muy nervioso pero que no es de los famosos, y me dice:

- Joder, aquí que voy en cabeza y tengo que esperar a que pases.

Le contesto:

-Pero si puedes pasar por los dos lados. Pasa por ahí, anda.

-Me cago en la puta!

-Pero pasa joder.

-Ahí peleando toda la mañana, y ahora esto.

-¿Pero el qué?? Pasa joder, por cualquiera de los dos sitios.

Prueba a hacer lo que yo le digo y pasa, claro. No le quiero decir que me han doblado ya bastantes, que iban mucho más rápido que él, y que no se preocupe y no sufra más, que de cabeza nada.

Lo he visto tan motivado que no lo quiero desanimar.

Sigo a lo mío. Llego a la zona de los molinos y veo de pronto que voy a pillar a uno. Coño. Ves? Tienes que creer en ti. Aprieto un poco para adelantarle cuanto antes. Cuando paso me grita:

-Vamos Rafa!.

Es Mauro, con su mochila de cintas, controlando la carrera.

Bueno, no pasa nada.

La bajada del barro la hago palmo a palmo. Me viene en oleadas a la cabeza la pesadilla de Mondoñedo. El pánico me atenaza. Eterna. Agotadora.

Como abajo hay bastante público paso rápido para que no se fijen mucho en mí. La camiseta esta de los Petardos con el nombre atrás es un problema…

Después me caigo dos veces al abrir gas. La rueda de atrás es una piltrafa. Las pruebas de cuántos miles de kilómetros aguanta un Mousse han llegado a su fin.

En la poza me encuentro a Malvado. “Vamos rtorres!!!! POR AQUÍ, POR AQUÍ! DALE, DALE”

Le ha reventado la moto. Lo siento compañero. “PERO TÚ TIRA, TIRA, VAMOS, VAMOS, QUE YA ESTÁS!!!” La Decadencia se está profesionalizando mucho. Quizá piensa que estoy en la tercera vuelta, en vez de en la segunda. Lo dejo con la ilusión de seguir pensándolo.

Cuando voy llegando a meta tengo el ruin pensamiento de a ver si no me dejan seguir y me ahorran una decisión. Y así es. Me dice la chica que acaban de cerrar, pero que si quiero seguir que pide permiso. Le digo que no, que a mí me gusta cumplir las reglas. Me acuerdo de mi amigo de siempre Miguel, que lee las crónicas y lo más cerca que ha visto una moto es en un semáforo, que me dice: "Pero no acabas ní una puta carrera?" Ya verás.

Hace mucho calor, y ya hay polvo. Poco a poco el campeonato se me fue escapando desde los meses de invierno.

Finaliza un año más la Copa TT. Y que dure muchos más.

Es verdad que esto es como una gran familia. Me alegro sinceramente de ver a mucha gente que viene por aquí. Gente de la que me siento mucho más cercano a personas que conozco desde hace más tiempo.

El año que viene trataremos de volver, con ilusión, fuerza, control, pericia…ansiedad, torpeza, cansancio: “Si es que con la rueda de atrás así no se puede, si es que anoche no dormí, no sé cómo no paso por ahí, si no tiene nada, si es que la moto está mal carburada no lo oyes? si es que, si es que, si es que…”

Y sobre todo: GRACIAS A TODOS LOS QUE ORGANIZAN CARRERAS.

NOS VEMOS EN EL BARRO.

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La última de la copa. Un año con varios sustos pero sin lesiones es un buen año.

Una vez más, espectacular, aunque la de Trujillo sigue siendo mi preferida, supongo que será porque a todos nos da la risa con las aventurillas y jodiendas de los demas.

Espero verte en las proximas carreras, octubre, donde por fin participaré, después de mi rotura de motor.

Un saludo

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gracias rtorres por alegrarnos el dia con tus cronicas, siempre que leo tus cronicas me pregunta mi mujer que que estoy leyendo para sonreir tanto. a quien va a ser a rtorres.

un saludo.

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enorme rafa. como nos tienes aconstumbrados. si alguna vez te cansas no se que va a ser de nosotros. yo no pude estar por temas de rodaje de mi nueva 300, pero entre tu crónica, carlos lobo (compañero de salidas y amigo) y el resto pues como si lo hubiera hecho.

digo yo que a las merindades irás no?

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Muy guapa la cronica,yo di una vuelta el sabado y me mangue un ost.......n de los buenos en una zona rapida,tengo el codo como una bota,se me retorcio al caer por orejas,pero ya se pasara para las merindades.Gracias.

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Hola RAfa, como siempre genial tu crónica. Pues si, como dices el año que viene espero repetir, Recuerdas mi primera carrera en villablino y la salida del viernes, yo no creo que la olvide nunca. para ser mi primer año la experiencia ha sido muy buena he aprendido mucho y he conocido a mucha gente de este mundillo un saludo para todos.

He terminado 16 en mi categoría (veteranos A) mas por constancia que por pilotaje y por supuesto que la temporada que viene espero repetir y seguir disfrutando de la moto y vuestra compañía.

Un abrazo

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enorme rafa. como nos tienes aconstumbrados. si alguna vez te cansas no se que va a ser de nosotros. yo no pude estar por temas de rodaje de mi nueva 300, pero entre tu crónica, carlos lobo (compañero de salidas y amigo) y el resto pues como si lo hubiera hecho.

digo yo que a las merindades irás no?

Gracias Jayatu. Las Merindades ahora parece que pueden ser el 7 y 8 de agosto. Fechas extrañas para carreras... Pero iré, sea entonces o en octubre, si no pasa nada. A ver si nos vemos

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Como siempre CRONICON Rafa, esque asi es como haber ido a correrlas, no te vi en el Molar, me habria gustado, un saludo y espero un privi para preparar una salidilla!!!!

Hecho Cent. Ahora tengo bastante curro, pero en poco tiempo te doy un toque y me paso una tarde por allí. Aunque sea verano a mí me da igual, yo soy un luchador!

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