El piloto de Husaberg tuvo que realizar una increíble remontada tras una caída en las primeras fases de la carrera. La que está considerada como la carrera off-road más dura del mundo, el Erzberg Rodeo, que se disputa en los alrededores de una cantera de hierro en la localidad del mismo nombre en Austria, ha tenido este año un protagonista español de excepción, el piloto de Husaberg Xavi Galindo, quien a los mandos de una Husaberg TE 300 de 2T ha logrado una muy meritoria quinta plaza final tras superar una carrera llena de adversidades.
Galindo ya había participado con anterioridad en esta carrera, pero una grave caída en la carrera previa que sirve de clasificatoria le impidió alinearse en la salida. Este año las cosas empezaron de forma similar para Xavi, pero la caída en la prólogo no tuvo consecuencias físicas para el catalán y consiguió clasificarse en 42ª posición para poder salir en primera línea de la prueba principal. Tras marcar un buen ritmo en los primeros compases del duro recorrido, Galindo perdió el control de su moto en una difícil trialera, cayendo hacia atrás en una pendiente y viéndose obligado a remontar posiciones en un sitio en el que la mayoría de los pilotos necesitaban ayuda de uno en uno, debiendo por lo tanto “guardar cola” y perdiendo por lo tanto mucho tiempo y posiciones. A partir de ahí Galindo volvió a imponer un fuerte ritmo hasta llegar a las zonas más difíciles del recorrido, en las que está prohibida la ayuda exterior y donde el piloto de Husaberg supo imponer sus dotes de pilotaje. superando a un buen número de pilotos para acabar en una fantástica quinta posición absoluta.
Xavier Galindo: “Estoy muy satisfecho, tanto por el resultado, que creo que es muy bueno, por la forma en que se ha logrado, puesto que ha sido una carrera plagada de dificultades y en la que he pagado un poco mi inexperiencia. La prueba prólogo que define la posición de salida en la carrera final la considero muy peligrosa, puesto que no tiene nada que ver con aquella, es muy rápida y para los que tenemos las motos preparadas para el Erzberg Rodeo, que es la prueba madre, se convierte en una ruleta rusa, puesto que son muy inestables a alta velocidad y te estás jugando constantemente una caída. Además, luchas contra pilotos que solo participan en esta prueba y llevan motos especialmente preparadas para ello y sin embargo, nosotros estamos obligados a lograr un buen resultado para poder salir en la primera línea de 50 pilotos al día siguiente, que es fundamental para no encontrarte con problemas de atascos en las primeras zonas difíciles. A pesar de sufrir una caída, no me hice daño y logré clasificarme el 42º, con lo que el primer objetivo estaba conseguido. En carrera me coloqué octavo rápidamente, pero en la primera zona difícil, una larga subida, la moto me salió volando cayendo al vacío, con lo que tuve luego que guardar una larga cola que me hizo perder muchas posiciones. Pero una vez superado esta trámite volví a rodar muy seguro, adelantando a muchos pilotos hasta llegar a las trialeras más difíciles, en las que está prohibida la ayuda exterior. Allí llegué creo que en décima posición y salí quinto, lo que me aseguró esta plaza en la meta. Otro hecho añadido de dificultad por culpa de mi inexperiencia es el hecho de que muchos pilotos llevan un mochilero, como en el trial, que les indican la trazada buena en las zonas más peligrosas. Yo, en cambio, iba solo y tenia que improvisar a cada momento. Es por este motivo que me siento doblemente satisfecho, aunque me queda el regusto amargo de saber que podía haber logrado una posición mejor si no hubiera cometido el error de caerme al principio de la carrera.”