Nuestro compañero, Samuel Jeep, nos plantea una lúcida reflexión sobre la situación actual de la moto de campo, analizando las repercusiónes de la pasada manifestación del 8N, y buscando opciones reales y fundamentadas para sacar a la moto de montaña en la situación en la que se encuentra. Leedlo, no tiene desperdicio:
«Hola a todos,
Hoy en día existe unanimidad a la hora de calificar la democracia como el mejor sistema político posible, el menos malo lo denominan los más escépticos. ¿Por qué la democracia y no un sistema autoritario? Se podrían dar múltiples y diferentes razones, pero yo me quedo con una: el pueblo no debe de temer a sus gobernantes; son los gobernantes los que deberían de temer al pueblo.
¿A qué temen nuestros gobernantes? Al derecho civil y constitucional que tiene el pueblo a volverlos a elegir; es decir temen al sufragio. Estadista hace tiempo que es sinónimo de político. Un político es básicamente un estadista; se manejan estadísticamente y me temo que la estadística juega en nuestra contra.
En base a lo anterior es difícil imaginarse a un político abogando por algo que no sea la tendencia ecologista que, cada vez más, impera en nuestra sociedad. La naturaleza prima ante todo, por eso a la hora de construir hay que recalificar los terrenos, tienen que dejar de formar parte de la naturaleza.
El tema de los guardarrailes no tiene como contrapunto la opinión pública a favor de la conservación de los entornos naturales, afectan únicamente a unos presupuestos y en función del tamaño de la población afectada y descontenta, tomarán medidas o no. Pero no existe otra contrapartida que la correcta asignación de los recursos escasos.
El nexo que une la problemática de nuestro deporte y la de los guardarrailes es que ambos afectan al mundo de la moto. Pero me temo que unir los dos temas conllevaría más perjuicio para ellos, que beneficio para nosotros. Comprendo, no obstante, nuestro interés por aprovecharnos de la fuerza de un grupo grande, por estar convencidos de poder conseguir lo que quieren, para paliar la poca fuerza que tiene nuestro escéptico y desencantado colectivo.
El manifiesto no se pudo leer en la manifestación sobre los guardarrailes. Esto quizás le confiera un viso de actualidad o de vigencia al no haber sido establecido. Quizás en otra ocasión y en otro lugar pueda dar fe de nuestro malestar. Quizás con otro enfoque diferente o unido a una problemática distinta. ¿Cuándo, dónde, cómo y unido a qué?
Difíciles respuestas que deberíamos saber contestar para dirigirnos hacia algo positivo que nos legitime de alguna forma ante las leyes que emanan de una opinión pública contraria a nosotros en la actualidad.
Parece poco probable poder modificar la Ley de Montes para poder circular con motocicletas por el medio rural. Pero tan cierto como lo anterior, es que esta contempla ciertos supuestos que lo permite. Tienen siempre que ver con la finalidad y las características del espacio permitido. Por ejemplo: se pueden utilizar los caminos rurales para uso agrario.
Podríamos intentar conseguir que ciertos espacios puedan ser utilizados para la práctica deportiva, que es un derecho constitucional que nos asiste. Esto si podría contemplarse en la Ley de Montes sin ir contra su espíritu. Sería, aunque difícil de conseguir, un añadido a los supuestos de utilización del medio rural por vehículos a motor, que ya existen en dicha ley. Además esta modificación se explicaría como cumplimiento de otra ley de rango superior.
Esta lucha por conseguir lo que pretendemos debería iniciarse desde la institución que nos representa ante la administración; es decir desde la federación. Antes habría que dar un paso previo, la unión o integración del usuario de la moto de campo con la federación. Solo es posible imaginar recorrer dicho camino si los intereses de todos están representados a través de una federación que a su vez disponga de la fuerza de miles de federados.
¿La Licencia Verde? No. Una licencia de piloto, asequible y con argumentes suficientes para que capte a todos los usuarios de la moto off road.
¿Una federación como la actual? No. Una federación que entienda que también son deportistas los que no corren carreras. Una federación que luche por nuestro derecho a practicarlo.
¿Unos moto clubs como los de ahora? Algo más. Que pudieran contemplar la agrupación de asociados fuera de la pura competición, como ya lo hacen algunos.
Quizás ese manifiesto se pueda leer otro día, en otro lugar, de otra forma y con otras intenciones.
Quizás cuando estemos preparados.
Un saludo,
Samuel.»
Podeis ver todo lo referente al manifiesto del 8N, y las diferentes opiniones que se han ido suscitando en este mensaje del foro.
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