Dos etapas ha necesitado Laia Sanz para situarse en las posiciones que se había marcado como objetivo al término del Dakar 2014: estar entre los 25-30 primeros. “Estoy muy contenta, pero aún queda todo por hacer y no hay que fijarse en un resultado concreto, sino en cómo se acaba el rally”, comenta con la cabeza fría una Laia Sanz cansada y deshidratada por la elevada temperatura de la segunda etapa, que se ha celebrado entre San Luis y San Rafael.
Hoy los participantes se enfrentaron a los 359 kilómetros más rápidos de la carrera y Laia no se ha quedado atrás en su lucha por medirse a los hombres. La primera mujer de la clasificación ha sabido exprimir el potencial de su Honda CRF450 Rally oficial HRC para adelantar posiciones y acabar en el 25º puesto, a 27’47” del vencedor del día, el británico Sam Sunderland. En la general, la piloto de KH-7 sube del 35º al 26º lugar, un resultado excelente.
“La etapa ha sido muy rápida. En sólo 4 horas hemos hecho 360 kilómetros, pero también ha sido muy física por las temperaturas elevadas. Eso ha hecho que las dunas del Nihuil estuvieran muy blandas. La Honda corre muchísimo y es muy dura. Estoy encantada con la moto”, explica la pluricampeona.
La ‘Reina del Dakar’, como la llaman muchos en Sudamérica, ha encarado bien la jornada desde el principio: “Me ha tocado salir detrás de un grupo de quads y temía que me estorbaran, pero pronto los he alcanzado en una pista ancha. Gracias a que soplaba el viento, el polvo no me ha molestado y los he podido adelantar rápidamente, al igual que a varias motos, de modo que el resto de la especial ha sido más asequible. Supongo que la experiencia que vas ganando con los años también influye, pero igualmente estoy sorprendida por estar tan arriba tan pronto, sobre todo porque con el dorsal 50 suponía que tardaría un par o tres de días más en colarme entre los 30 primeros”.
Mañana se disputará la tercera jornada, entre San Rafael y San Juan, con 665 kilómetros, 373 de ellos configurarán la especial, que transcurrirá cerca del volcán Aconcagua, donde las motos alcanzarán los 4.300 metros de altitud. Será la primera de las dos maratones para las motos, algo que pone en guardia a la campeona catalana: “Mañana habrá que ir con mucho cuidado porque no tendremos asistencias al final del día y se prevé un recorrido muy pedregoso. Prohibido cometer errores”.