La piloto del Team Honda HRC y KH-7 pasa balance en esta entrevista a su histórica novena posición absoluta en el Dakar 2015.
“La motivación es lo que me hace seguir adelante en los momentos más difíciles”.
“Espero que mi caso anime a otras chicas a competir en moto”.
Laia Sanz ha maravillado al concluir el Dakar 2015 en una histórica 9ª posición. La piloto del Team Honda HRC y KH-7 ha superado todas las barreras al lograr la mejor clasificación de una mujer en motos en las 37 ediciones del rally raid más duro del mundo y desbancar a la francesa Christine Martin, que en 1981 acabó 10ª. La 16 veces campeona del mundo (13 en trial y 3 en enduro) añade otro hito en su palmarés.
Tras tu espectacular 9º puesto en el Dakar, ¿ves posible el podio?
Después de un año tan bueno, habiendo conseguido un noveno puesto, no es fácil superar este resultado. Cada vez cuesta más. El año pasado pensaba que sería muy difícil repetir algo parecido pero al final me he encontrado muy bien y lo he conseguido. Será complicado repetir un Dakar tan perfecto, sin caídas, problemas mecánicos ni fallos de navegación. Pero creo que todavía me queda recorrido para mejorar como piloto y puedo mejorar: Para ello, necesito entrenar mucho, tener mucho apoyo, coger más experiencia y hacer rallys durante el año.
¿Crees que tus resultados pueden marcar un antes y un después en el motociclismo femenino?
Pienso que mi caso puede ayudar a que más chicas se animen a correr en moto, no sólo en moto de rally, también en trial. Cuando era pequeña siempre era la única niña y me veían como un bicho raro. Y ahora me alegra ver que hay muchas más niñas y que, además, ya se ve como algo mucho más normal. En este aspecto sí creo haber ayudado algo.
¿Cómo ves la cantera del off road femenino? ¿Hay futuro al margen de Laia?
Claro que hay futuro. En el trial, que es lo que más conozco, hay muchas chicas jóvenes. Ahora el mundial de trial ha cambiado. Hay una nueva generación femenina que ni conozco y me alegro de ello. Además aquí tenemos chicas de casa que lo harán muy bien dentro de unos años.
¿En el Dakar eres ‘un bicho raro’ o uno más?
En el Dakar creo que el año pasado empecé a hacerme un hueco y hacerme respetar. Este año he estado mucho más adelante con más frecuencia y creo que los otros pilotos ya me respetan más. También ellos lo ven más normal. A mí me impactaba, salir muchos días con Olivier Pain o David Casteu, pilotos a los que antes veía por televisión y ahora estoy saliendo muchos días con ellos, incluso a veces delante. Es algo que me sorprende, aunque cada vez va siendo más normal, más habitual.
En tu éxito en el Dakar, ¿qué porcentaje le adjudicarías a la moto y cuánto a ti?
Creo que en una carrera como el Dakar todo es importante. Está claro que seguramente he pilotado la mejor moto que hay ahora en el Rally pero creo que también es muy importante saber cuidarla y no cometer errores. La Honda va muy bien, aunque también hay que trabajar mucho, pensar mucho, navegar, aguantar físicamente… es todo un conjunto. Y también es importante contar con todo un equipo detrás, así como poder entrenar, contar con un buen apoyo y la tranquilidad para poder prepararse en casa. Los meses previos al Dakar son muy importantes y en ese sentido este año he estado muy bien.
¿En el Dakar, algún día piensas «qué hago yo aquí»? ¿Qué es lo que te motiva a seguir?
El día del Salar fue el más duro. Al principio de la etapa, sinceramente pensaba que no se saldría por la lluvia. Pero luego cuando llegamos y vimos que estaba todo montado y de qué manera, con el presidente Evo Morales allí, vi claro que íbamos a salir. Y una vez sales, entonces ya te mentalizas de que vas a sufrir. Piensas que los otros también están sufriendo y que esta etapa no va a durar para siempre, que va a acabar el mal rato y te motivas con eso. También porque estaba haciendo un buen Dakar y no quería aflojar para conseguir un buen resultado final. La motivación es lo que te hace tirar hacia delante.
Llegas a la meta final, la cruzas y sabes que has acabado novena… ¿Qué piensas? ¿De qué o de quién de acuerdas?
El último día estábamos al principio de la especial nerviosos, porque ya empiezas a oír ruidos en la moto. Es algo típico. Crees que va a pasar algo y cuando cruzas la línea de meta la sensación es de alivio. Piensas: “¡Menos mal, ya se ha acabado! Ha ido todo bien, no me ha pasado nada…”. En la última etapa temes que pueda pasar cualquier cosa y estás muy preocupada cuando en realidad te puede suceder cualquier día, incluso en el primero. Pero es normal estar así. Al final ya consigues relajarte y te acuerdas de la gente que te ha ayudado, en los amigos, en la familia… Piensas en lo que ha costado, en momentos buenos y malos de la carrera, y entonces ya empiezas a asimilar lo que has conseguido.
¿Te veremos compitiendo en coche los próximos años?
Creo que tenemos a Laia en moto todavía para años, pero está claro que me gustaría muchísimo ir al Dakar con un coche oficial algún día. También soy consciente de que actualmente es difícil tener una buena oportunidad de ir al Dakar con un buen coche, por lo que si un día se me presenta habría que aprovecharla. De todas formas, creo que todavía no es el momento de pensar en ello porque aún puedo hacer muchas cosas en moto.
Novena en la clasificación final del Dakar y campeona indiscutible en el seguimiento en Redes Sociales. ¿Qué le das a tus fans?
Es muy bueno tener tantos seguidores. Al final se agradece mucho el apoyo de toda la gente. En parte creo que es porque llama la atención una chica yendo en moto pero todavía más una chica que lo hace bien, que se lo toma en serio y es profesional. Además a la gente le gusta mucho ver la otra cara del Dakar, la que muestra tu lado más personal más allá de la noticia. La gente agradece las cosas diferentes, como hacer un poco de broma, y al final es lo que más les gusta.