Somos muchos, por no decir un gran número, los que a parte de practicar moto de campo en cualquiera de sus modalidades, montamos de manera habitual en bici, sobre todo en mountain bike y en estas fechas donde a muchos nos da pereza el calor para coger la moto y vemos la bici como un buen sustituto de la moto y una manera de seguir en contacto con la montaña y el campo.
Hace un año, mi gran amigo Cutu, culo inquieto donde los haya, me dice que se ha comprado una bici de descenso o down hill, que si me voy con el a la estación de esquí de la Pinilla a hacer unas bajaditas, argumenta que es parecido a la moto de enduro y que es muy divertido. A través de otro amigo me dejan una bici de descenso, y nos plantamos en la estación… las primeras sensaciones no fueron buenas, en parte debido a la bici que llevaba, y a que parecía que llevaba un alambre entre las piernas y que me iba a dar la hostia de mi vida, sin embargo en la última de las bajadas de aquel día cogí la bici de Cutu, y la cosa cambio bastante.
Desde entonces no había vuelto a ir, y tampoco había sido una cosa que me llamase la atención.
Pero hace un par de meses, otro compañero del grupo de las motos, Agus, me dice que se ha comprado una bici de descenso, y coincide con que Cutu vende su bici a buen precio… así que como soy más fácil que la tabla del 1 (la de multiplicar) le digo a Cutu que me quedo con la bici, y a la semana siguiente me encuentro en el monte Abantos, metido en una furgoneta con 8 tíos con sus respectivas bicis, tirándome por la famosa subida del «Silencio» hacía lo alto de las montañas del Escorial.
Estos 8 tíos, incluido Cutu pertenecen al equipo de la tienda de bicis LTMRACING, distribuidor oficial de la marca de bicis Santacruz, y ropa Troy Lee Designs… como saben de la procedencia de Cutu y mía del mundo de la moto, están todo el día picándonos con que la bici es más rápida que la moto haciendo descenso, y Cutu y yo callados porque realmente no sabríamos decir la respuesta.
Así que en una de esas subidas en furgoneta con 8 tíos sudorosos con sus respectivos 8 cacharros de descenso, decidimos que hacemos una prueba para comparar más que los tiempos de la moto y de la bici, las sensaciones que nos producen.
Antes de contaros dichas sensaciones vamos a hablar un poco de la bici y de lo necesario para realizar este deporte.
Respecto a la equipación, la gente de la moto de campo lo tenemos fácil: guantes, gafas, peto (integral o clásico de cross), unas buenas rodilleras (las articuladas no van bien del todo), coderas y una camiseta de cross, son aprovechables de nuestros equipos de moto. Por el contrario es necesario disponer de un calzado más específico con refuerzos en punta, lateral, y suela, para aguantar, y a ser posible de bota, para evitar golpes en los tobillos contra las rocas, árboles o raíces (recordad que los pies van más bajos que en una moto), aunque unas buenas botas de montaña pueden cumplir su cometido si el presupuesto no nos da para más.
Otro de las cosas necesarias, pero muy asequible en precio es el pantalón, similares a los de motocross, pero en versiones corta o larga dependiendo de la época del año, y con sus correspondientes refuerzos para los golpes, o para nuestras posaderas. Aunque también es cierto que con unas bermudas un poco más fuertes son válidas, aunque ya sabemos todos lo que pasa con estas cosas: el día que te caes y te das el rasponazo, te acuerdas de Santa Bárbara, y al día siguiente vas corriendo a comprar unos pantalones específicos.
Respecto a la bici, siguen todas un mismo concepto o diseño: mucho lanzamiento de horquilla, cargar el peso del conjunto (bici + piloto) en la parte trasera, amortiguación de gran recorrido, frenos de disco, un solo plato, y pedales con mucho agarre, o en el caso de los más profesionales automáticos (hay que tener mucho valor para ir con automáticos sobre todo para la gente que se inicia), y unos cuadros de grandes vigas de sección oval o perimetral, donde en muchos casos se utilizan los materiales nobles como es el caso del carbono.
Una de las cosas que más me ha gustado del mundo del descenso o Down Hill (DH en adelante) es que las bicis las podemos hacer a nuestro gusto, en contra de lo que ocurre con las motos, que cuando vamos a la tienda tenemos que coger toda la moto en su conjunto, en el mundo de la bici, puedas diseñar tu mismo la bici con los componentes que más te interesen: compras un cuadro, y montas el resto de componentes según tu gusto o sensaciones. Así que es difícil encontrar dos bicis iguales.
Para la prueba los chicos de LTM Racing, Pedro, Navarrete y Nacho, nos cedieron una bici SANTA CRUZ VP FREE. Fui a recoger la bici a la tienda, y me quedé muy impresionado, a parte de la cantidad de material que disponen (bicis de descenso, street, freeride, ropa, cascos, protecciones etc) del buen servicio técnico y del buen asesoramiento que recibes, lo que me chocó más fue el taller, nada que envidiar al mejor de los talleres de motos que conocemos, allí se hacen pruebas de todos los elementos, se mira a conciencia cada tornillo con su par de apriete, se miran holguras, y claro está, al igual que en las motos, se hacen suspensiones, y al igual que ocurre con las motos, hay diferentes muelles según peso, se miden las precargas, se hace revalving, y se miden precargas de muelle (el tan de moda SAG), incluso me sorprendió mucho cuando vi una fila de aceite Motorex de suspensiones con diferentes SAEs, de origen motero… vamos, que funcionan igual que nosotros con las motos.
Los chicos de LTM Racing, me dicen que le han dado un repaso a la bici para realizar la prueba, y que está puesta a punto de todo… nada más salir a la calle con la bici, me monto para llegar hasta la furgoneta y es cierto, todo funciona como un reloj, y todo está en su sitio!!!!! Me recuerda a una ocasión que cogí la moto de un pro (un narigudo ya retirado que es el tío más simpático que ha pasado por el mundial de enduro… y que es italiano), en el KTM Festival de hace unos años, te das cuenta de la diferencia entre la bici o la moto de un mortal, y las de un piloto oficial con personal cualificado detrás, que cuidan hasta el más mínimo detalle para que solo te tengas que preocupar de dar pedales y de bajar!!!
Respecto a la bici, os comento algunos datos técnicos de la misma para que os podáis hacer una idea de como son estas bicis, y de su similitud con las motos:
-200 milímetros de recorrido en la horquilla delantera, con un grosor de barras de 35 milímetros de la marca Marzocchi
-210 milímetros de recorrido en el amortiguador, un Fox DHX 5.0
-sistema de basculante trasero VPP exclusivo de Santa Cruz que no interfiere en la pedalada y que hace de bieletas aportando la conocida progresividad variable
-disco de freno de 203 mm delante y 230 detrás con pinzas de dos pistones
-cuadro de aluminio 6069
-rodamientos sellados y estancos
-cambio shimano XT
Para realizar la prueba Buds, Nacho y yo, discutimos cual sería el sitio mejor, el habitat natural del DH no son precisamente nuestras trialeras habituales, que son auténticas riadas de roca granítica. Donde mejor se desenvuelven son los clásicos tubos de tierra donde no exista una gran cantidad de piedras… pero claro, con las leyes medioambientales que tenemos, cualquier se mete en las bajadas típicas de las bicis en la sierra de Guadarrama con una moto. Así que decidimos irnos a una de nuestras trialeras habituales a ver que tal se comporta la bici entre tanta roca granítica.
Nos subimos con la furgoneta de 2y4t.com, cargamos la moto de enduro, cargamos la bici… y veo en el garaje de mi casa la moto de trial, y me hace ojitos… así que la cargo y nos vamos con la nevera bien cargada de cervezas porque está cayendo un lorenzo importante.
Decidimos hacer las primeras bajadas con la bici, pedaleo un poco en un plano para ir calentando, el sillín va muy bajo para luego en el descenso poder cargar la mayor cantidad de peso en la parte trasera, de hecho el disco de freno trasero tiene más diámetro que el delantero, al contrario que las motos. Pongo las manetas blanditas, porque es habitual y más sabiendo mi experiencia, que si las llevo duras en la primera frenada de emergencia me marco un superman de morros.
La posición de las manetas es curioso, pero van muy bajas, los chicos de LTM Racing me comentaron que es lo mejor, quizás no para pedalear, pero si cuando vas en pleno descenso, te permite cogerlas mejor que si van muy altas como las motos.
Me dejan en lo alto de la montaña, y empieza el descenso. El suelo está seco y hay muchas piedras sueltas que me dan vértigo, porque se que en alguna de ellas, con las ruedas de la bici, me compraré una parcela en algún lateral. Llegan los primeros escalones, y al contrario que con la moto, hay que saltarlos si o si. La distancia libre al suelo del plato es poca, porque lo que si intentamos bajar sin saltar, nuestra cadena y nuestro plato se llevarán una buena rascada con posible rotura.
Una cosa que a los moteros nos hace sentirnos raros es la posición de los pies, cada uno va en una posición, por lo que al principio nos costará encontrar cual debe ser nuestro pie más adelantando o cual deberá ir más adelantado según el tipo de curva, el salto o el obstáculo.
Para ganar tiempo en las bajadas todos pensamos que debemos dar pedales como un loco en cuanto podamos, y es cierto, pero también existe otra técnica para ganar segundos al crono, y que hará que determinados obstáculos sean mucho más sencillos de pasar, y son las suspensiones. A base de compresión y extensión nuestra vida se hace mucho más fácil, es más, hay determinados momentos que si no comprimimos y extendemos las suspensiones, tenemos bastantes papeletas para darnos un castañazo o como poco, un susto.
Os cuento unos ejemplos claros: curvas, pequeños obstáculos, y saltos.
Para trazar una curva con buen apoyo, olvidaos de sacar el pie (salvo que el desastre sea inminente), la técnica consiste en hundir la bici contra el apoyo o peralte lo máximo posible, tumbar y a la salida de la curva aprovechando la extensión de la suspensión salir disparado hacia la siguiente curva, ya sea pedaleando, o continuando con el hundimiento y extensión. Y como lo hundimos, pues con el propio peso de nuestro cuerpo, sin más. En la moto la técnica es similar, pero el propio peso de la moto hará que no tengamos que trabajar este aspecto.
Pequeños obstáculos… al contrario que la moto que se suele comer todo, aquí si que es necesario evitar dichos obstáculos, ya sea esquivándolos o saltándolos cuando son inevitables, como por ejemplo una raíz atravesada, la técnica es fácil: comprimes suspensiones, y tiras de la bici hacia arriba haciendo saltar a la bici… alguno podrá pensar que soy un cachondo y que realmente no es tan fácil, pero intentad haced esto con pequeños obstáculos, y si tenéis bicis rígidas, bajad la presión de los neumáticos, ese pequeño efecto rebote de los neumáticos os ayudará… así que no os cuento si lleváis unas barras de horquilla con 20 cm de recorrido, muy parecidas a las de una moto de trial.
Los saltos… en mis primeros intentos, me veía al día siguiente en el dentista poniéndome unas fundas en los «paletos»: cada vez que bajaba y venía un salto con la mano derecha retorcía el puño… y allí no pasaba nada, no aceleraba… aquello no tiene motor!!!!!!!!!!!!!
En el tercer intento empiezo a utilizar la técnica de las suspensiones, compresión, y tiro de la bici aprovechando la extensión. Al igual que en la moto, se puede jugar con la bici en el aire: se cruza, se frena para colocar la bici, la mueves para elegir el sitio donde quieres caer, etc. Y sobre todo, debido a la configuración de la bici y a sus suspensiones (que delicia, que bien puestas a punto estaban) puedes pegar todos los planchazos que quieras, que ni la bici lo nota, ni tus articulaciones tampoco.
Sigo bajando y llegan las zonas de piedra, el agarre de los neumáticos es muy bueno, en las zonas de piedra suelta, en contra de lo que pensaba de salir disparado en la primera que no cogiese por el sitio, se baja por donde yo quiero, y voy colocando la bici donde me apetece… le voy cogiendo gusto, y me voy subiendo por los laterales de la trialera para evitar las piedras, incluso voy utilizando otras piedras para saltar. Una delicia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Llego abajo, y estos me preguntan que tal, mi respuesta es clara: compraos una bici troncos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Cojo la moto de trial, me pongo las botas, cambio el casco, caliento un poco y subo para arriba.
Empieza el descenso, y me llevo un par de castañazos en los tobillos, voy haciendo muchos topes, sin embargo el paso por curva es muy bueno, aplico la técnica de la bici, y la verdad es que es muy aprovechable. Llego abajo y estos me pregunta que tal la bajada, y les digo: seguramente sea el vehículo más rápido para bajar, pero te hace sufrir mucho, los topes está a la orden del día, si te ves apurado en una frenada, no hay donde apoyarse… en fin, que la moto de trial para hacer trial.
Misma operación, cambio botas, cambio casco, y cojo mi habitual moto de enduro. Como calentamiento me subo toda la trialera hasta arriba. Empiezo el descenso, la primera sensación es que en las curvas van mucho más rápidas la bici y la moto de trial, se nota el peso, y cuando la moto se descoloca, cuesta mucho más llevarla al sitio. Llegan los saltos, aquí si que gana la moto por goleada, pero ojo, si hay un error en la recepción, mientras que con las otras dos rectificamos sin más, aquí nos llevará más tiempo, a parte de que necesitamos suerte y pericia para no darnos un toñazo.
Y llega la cosa más sorprendente, en las zonas de piedra suelta, se va más rápido con la bici que con la moto!!!!!!!!!!!!!!!!! Con la moto podemos entrar mucho más rápido, pero estamos más expuestos a los obstáculos, no tenemos la capacidad de improvisación de la bici, y a parte de que los errores cuesta mucho más recuperarlos que con la bici.
Por fin terminamos la prueba y empezamos a comentar las impresiones, la primera de ellas es que la bici es muy divertida, tanto o más que la moto, por el contrario y después de haber subido anteriormente a otros sitios, he visto leñazos de todos los colores, con la particularidad de que la bici casi siempre se queda enganchada a nosotros y va arrastrando, y el número de caídas es superior a las de la moto… pero menos graves que las de las motos.
Otra de las cosas que comentamos, es que desde que se inicia el descenso hasta que se acaba, el nivel de «subidón» que tiene nuestro cuerpo es alucinante, se mezclan el miedo, la inseguridad (soy pardillo en estas lides, no lo olvidemos), y el corazón va alto de vueltas… no como para llegar a gripar, pero andamos siempre en la zona roja de revoluciones. Por cierto, no recomiendo a nadie tomar Red Bull ni cosas similares antes de hacer este ejercicio… a ver si en un momento de euforia te tiras montañas abajo y se para contra un pino jejejejejejejejejejejeje. En definitiva, deporte poco recomendable para aquellos que sufran de corazón… y totalmente recomendable para el resto.
Una cosa que todavía a día de hoy no termino de entender, es porque las manos duelen tanto con la bici de descenso. En las motos es habitual que se nos duermen los antebrazos y esto puede desencadenar en un adormecimiento de las manos. Con la bici solo se duermen las manos, y realmente no entiendo el porque con esas pedazo de horquillas que llevan que se lo comen todo. la única conclusión que he sacado es que con la moto disponemos de más zonas para controlar la moto que descansan muestras manos (rodillas, asiento, pies) mientras que con la bici solo disponemos de las manos y los pies, las rodillas y tobillos no se pueden utilizar, por lo que tienen tendencia a cagarse más de lo debido.
Y realmente lo que más me ha sorprendido y más me ha gustado, es el silencio que acompaña a este deporte del DH, los únicos sonidos perceptibles son las ruedas contra el suelo, y el ruidito típico de aire de la horquilla. Realmente es alucinante tirarse por una montaña enchufado pudiendo escuchar los sonidos del bosque… pero como no todo es tan bonito, recordaos que en el monte hay animales, alguno de ellos muy grandes, que son auténticos muros (vacas y caballos). Con el ruido de la moto quedan en preaviso, y se suelen quitar, con el de la bici no… de hecho el otro día al girar por detrás de una jara, apareció la cabeza de una vaca, que me pareció la cabeza tractora de un trailer!!!
Para finalizar, recomendaos que por lo menos una vez practiquéis este deporte. En las estaciones de esquí abiertas a este deporte suele haber sitio de alquiler de bicis, y el material de protecciones os vale el de la moto… eso sí, como bien dice el dicho, «donde fueses haz lo que vieses», es decir, fijaos en la gente que lleva más tiempo, porque aunque nuestro deporte sea similar, cada uno tiene su propia idiosincracia, y aunque tengamos una buena base para empezar… es necesario aprender la técnica, y no confiarnos en exceso.
Agradecer a los chicos de LTM Racing, su asesoramiento, la cesión de la bici, y todos los consejos para no dejarnos los cuernos en la montaña. Por cierto me comentan que harán precios especiales a la gente de 2y4t.com y que si alguno está interesado en la bici de la comparativa, puede ser vuestra por 2.900 € (doy fe de que la bici está cojonuda). Gracias y un saludo para la gente de LTM Racing
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