Los Test de 2y4t.com: Sidi CrossFire SRS

La oferta actual en el mercado de las botas de moto de montaña esta en un momento realmente álgido. La llegada de nuevas marcas, las continuas innovaciones de las marcas de toda la vida y las múltiples posibilidades de elección dentro de cada marca hacen que, por un lado, tengamos quizá la mejor oferta en botas que pudiésemos haber imaginado, y que por otro, a veces sea difícil determinar cuál es la bota, y el nivel de gama y precios que mejor se adapta a nuestras circunstancias y necesidades.

Dentro de las botas de gama alta, destinadas al usuario más exigente, ya sea por que compite habitualmente, o por que el tipo de rutas que realiza habitualmente le obliga al mayor grado de protección posible, os traemos hoy a todo un clásico ya dentro del mundo del enduro y del motocross, las Sidi CrossFire, herederas de las ya históricas Tae Flex, que en su momento marcaron el punto de inflexión, y nunca mejor dicho, en el mundo de las botas de campo.

Dentro de las CrossFire, el modelo que hemos probado es el SRS, que como veremos, se diferencia del estándar en el sistema de suela y de puntera.

Lo primero que podemos apreciar al abrir la caja de las botas es la sensación de gran calidad de fabricación. Estéticamente, aunque esto como todo va en gustos, las botas son sencillamente espectaculares. La primera sensación es que son un poco menos aparatosas que otras botas de la competencia, posiblemente por el diseño, y por ser del tipo «sin botin extraíble». Los cierres tienen buen aspecto, aunque, como luego comentaremos, son un poco duros de manipular. El sistema de regulación micrométrico se basa en el clásico tirante de plástico, que queda encajado en un soporte una vez que hemos encontrado la regulación correcta. Vale la pena dedicar algo de tiempo a encontrar el ajuste exacto de cada uno de los cierres, ya que de ello depende la dificultad que luego encontraremos a la hora de ponernos las botas justo antes de empezar a montar. Por debajo de los cierres exteriores, la parte interior de la bota dispone, además del clásico velcro superior, de otro pequeño velcro a media altura para facilitar el cierre de la bota.

Llama mucho la atención la suela de las botas. A diferencia de lo que es habitual, la suela va montada con tornillos, lo que va a permitir que sea el mismo usuario el que realice el cambio de suela, sin tener que buscar un zapatero que nos haga el apaño. Lo de SRS viene de «Sole Replacement System», que es el sistema creado y patentado por Sidi, basado en 17 tornillos de extracción rápida. La apariencia de los tornillos es de buena calidad, lo que da esperanzas de que aguanten el duro trato al que son sometidas las suelas de unas botas de moto de campo, y que una vez pasado el tiempo, no tengamos problemas para poder sacar los tornillos y cambiar la suela. Al sistema de cambio de suela se une la inexistencia de la tradicional puntera metálica. En lugar de ello, la suela sube bastante en la parte frontal de la bota, y se supone que es esta misma suela la encargada de proteger el frontal de la bota. Si la cosa funciona, la verdad es que puede ser una gozada el evitar el pequeño engorro de cambiar cada cierto tiempo de punteras una vez que estas se van destrozando.

Vamos a ponernos las botas: No son las botas más sencillas del mundo. Los cierres, a pesar del uso de meses siguen siendo bastante duros, y siempre es un poco mejor utilizar los guantes a la hora de cerrar las botas. Los diferentes plásticos que componen y que soportan los cierres de las botas se pelean un poco contigo cada vez que tienes que ponerte las botas. No todo cae en su sitio con naturalidad, sino que hay que pelearse un poco con dichos plásticos para que no interfieran unos con otros. La verdad es que cuesta bastante encontrar el justo punto de ajuste de cada uno de los cierres. De ahí lo que destacábamos al principio de la necesidad de dedicar algo de tiempo a buscar el correcto y exacto ajuste, para evitar tener luego que andar peleando con cada cierre cada vez que nos ponemos las botas.

Con las botas puestas: Son unas botas excepcionalmente cómodas. Son tan cómodas que te podrías ir de paseo con ellas por la ciudad sin ningún problema. El sistema de flexión va a hacer las delicias de todos aquellos que tienen dificultades en adaptarse a una bota excesivamente rígida a la hora de mover el pie arriba y abajo. El movimiento para cambiar de marcha y para frenar se realiza con una facilidad asombrosa. Incluso con demasiada facilidad. No dan en ningún caso la sensación de que tengamos que ir a pasar por un proceso de adaptación a la bota. El interior es realmente agradable. No tienes la sensación de «sofá» que se suele tener con unas botas de botín extraíble, pero el interior se adapta realmente bien al pie. Tan solo hemos tenido algunas pequeñas molestias en la parte media del pie, donde en algunos momentos sientes el tacto del plástico. Como señalábamos, caminar con ellas es una gozada, teniendo en cuenta que llevamos puestas unas botas de moto. Tenemos un gran arco de flexión frontal del pie, pero una extraordinaria rigidez lateral.

En marcha: La sensación de rigidez lateral es absoluta. En ningún apoyo, por bestia que sea, tenemos la sensación de que la bota pueda ceder lateralmente. En cambio, sí que el sistema de flexión hace que en algunos casos podamos flexionar el pie quizá un poco en exceso hacia arriba. La misma flexibilidad que hace de las botas una maravilla para cambiar y frenar, hace que la bota para algunos usuarios pueda flexionar demasiado. Como decimos, el cambio y el freno se acción con absoluta facilidad, sin que haya que pasar por un periodo de «flexibilización» de la bota. Son tus botas de toda la vida desde el primer momento. Ahora entramos en la cuestión de gustos personales. A algunos nos gusta llevar una bota lo más rígida posible en todos los aspectos. Incluso aunque tengamos que ceder un poco en lo que se refiere a flexibilidad frontal y tengamos que pasar por un periodo de adaptación para usar el cambio y el freno. Es decir, una bota que casi parezca una escayola. En cambio a otros les gusta tener la máxima sensación de flexibilidad para tener el mejor tacto posible. A los primeros, la flexibilidad frontal de las crossfire les puede parecer excesiva. En cambio, a aquellos que les gusta tener una gran flexibilidad frontal se verán claramente satisfechos con el sistema de sidi.

Resistencia: Llevamos varios meses con las botas, y por ahora podemos decir que han resistido sin problemas todo lo que les hemos tirado encima. Las suelas están aguantando de maravilla, no hemos roto ningún cierre, y el aspecto general de las botas es realmente bueno. De igual forma, el frontal sin puntera, a pesar de los muchos impactos contra piedras recibidos, sigue como el primer día. La calidad de fabricación se nota. Además, gran parte de las piezas que componen la estructura de la bota son fácilmente reemplazables por el usuario.

Conclusión: Unas magníficas botas, que harán las delicias de todos aquellos que busquen unas botas de máxima gama y que dispongan de buena flexibilidad.

A favor:
-Calidad de acabados.
-Sistema de suela.
-Flexibilidad lateral.

En contra:
-Flexibilidad frontal.
-Cierres peleones, en relación con el ajuste de los plásticos.