«Cuando llego al río en el que antes me caí me paro a observar, y alguien me silba por detrás. Me giro. Este chico me suena. Ropa Clice, anuncios de Husaberg. La camiseta muy limpia. De qué me sonará este tío. Inclino la moto tres centímetros y pasa por ahí. En la camiseta, atrás, pone Mena. De esto me sonaba. Enfrente, en la otra ribera, hay un grupo de tíos que lo jalean con ansias. Yo cruzo, esta vez con mucha precaución, y al llegar a la otra orilla están callados. Les pregunto que qué pasa, que si a mí no me animan. Y se ponen a gritar como locos. Nos partimos de risa, tanto que tengo que parar a media subida, con lo que el contraste con mi rival Mena hace la escena mucho más cachonda…» Si quieres seguir leyendo la mejor crónica de Merindades 2010, pasate por el Foro pulsando aqui.