Nos ha dejado Agustín Fernández.

Los años 80 fueron importantes para mucha gente por múltiples motivos.  La recien llegada democracia, la movida, la música…  Para nosotros, para los que vivimos la moto de campo, la primera mitad de los 80 fueron una de las épocas mas gloriosas y recordadas, y una de las épocas que mas imagenes y sensaciones nos han dejado.

Recien salidos de la gran etapa de dominio de las marcas españolas, el inicio de los 80 fue una etapa de esplendor para la moto de campo. Seguiamos teniendo nuestras ahora añoradas motos españolas, pero comenzaban a verse las primeras motos japonesas en las parrillas, y las carreras comenzaban a llenarse de color al mismo tiempo que las calles y la televisión española.   Las revistas generalistas de motos destinaban una gran parte de su información al mundo del cross, del trial, del enduro.  No solo gran parte de la información, sino incluso las portadas, que en muchas ocasiones estaban destinadas a la moto de campo.  Carlos Mas, Gorgot, Elias, Muñoz etc… eran tan conocidos en el ambiente motociclista nacional como cualquier piloto relevante del mundo del asfalto.

En aquellos años formativos, en los que no existía internet, en los que las motos nunca jamas salian por la tele, en la que la única forma de saber que pasaba en el mundo motociclista era comprarse todas las revistas que habia en el mercado, en aquella época los de las motos de campo eramos como una secta, como un grupo de iniciados que viviamos nuestra pasion por las ruedas de tacos casi como una religión.  En aquella época, el enduro era un deporte de hombres realmente especiales.

El Hormiga era uno de esos tipos duros y valientes, que participó de forma profunda en la formación y desarrollo del enduro en la zona centro.  Uno de esos tipos que recorrió durante años las montañas y trialeras hoy en día míticas que forman la historia del enduro de Madrid.  Nuestra historia.

Esta mañana estaba charlando con Pepe López.  Y para explicarme como era El Hormiga me ha contado una historia.  Cuando Pepe, en el año 88 se quedo sin el apoyo de Gilera para continuar corriendo, Agustín sacó parte de su propio presupuesto del Dakar para que Pepe pudiese continuar adelante con las carreras. Sin pedir nada a cambio. Tan solo por ayudar a un amigo.  Siempre era capaz de darte el consejo adecuado, sobre si seguir en las carreras, sobre si cambiar de marca.  Agustín, aparte de muchas cosas, era buena persona, y era amigo de sus amigos.  Si de un hombre se pueden decir esas dos cosas, es que su vida valió la pena.

El Hormiga era un tipo especial, en una epoca increible.  Comenzó en el motocross, y su pasión era tal que era perfectamente capaz de meter la Pursang en una roulotte, engancharlo todo al 600 y marcharse a correr a Francia.   A Agustín practicamente lo liaron con eso del enduro.  Angel Leira puso el primer empujon para que diese el salto desde el motocros a ese deporte especial que nos lleva a surcar las montañas en busca de nuestros sueños.  Fue Campeón de España Senior de enduro en 1982 con una de aquellas montesa,  y medalla de Bronce en los Seis Dias de Gales del 83, en una edición infernal en el que solo acabaron 4 pilotos españoles: Carlos Mas, Guillermo Moreno de Carlos, David Fillat y Agustín Fernandez.  Con el tiempo, fue al entonces naciente Rally Paris Dakar, y junto con Juan Hernández formo aquella pareja mítica cuya imagen se convirtio en un clásico en las revistas  de los años 80 y que siempre guardaremos en la memoria.

El Hormiga nos ha dejado. Las reuniones de los pioneros del enduro de la sierra de Madrid, esas en las que se juntan una vez al mes algunos de aquellos que hicieron de nuestro deporte algo grande y que dieron nombre y sentido a algunas de las trialeras que luego hemos tenido la suerte de poder conocer los que hemos llegado mas tarde, han perdido a uno de sus miembros ilustres.

Y se que le van a echar de menos.

Buds.

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