Gerard Farrés se queda como único piloto del equipo Gas Gas en el Dakar tras la retirada de su compañero. El piloto de Manlleu cede tiempo en la tercera etapa de un rally que ha empezado fuerte para los ‘motards’. Mientras que, una caída en la infernal etapa de ayer, se cobra el abandono de Dani Oliveras, la fractura del metatarsiano de su mano derecha ha impedido al piloto de Villablareix tomar la salida esta mañana en San Juan.
Tras la huella de fatiga que dejaba ayer el Dakar en los corredores y que, finalmente, acabó cobrándose el abandono de Dani Oliveras, hoy le sucedía una etapa 657 kilómetros con una especial más corta, de 220, marcada por el paisaje montañoso, las piedras, los cañones y los peligrosos escalones para las motos provocados por las últimas lluvias. Una especial que pedía cautela para los pilotos de dos ruedas, antes de que, mañana, el rally se adentre en Chile y cambie totalmente de escenario en el desierto de Atacama.
Hoy, los primeros rayos de sol trajeron tras de sí la mala noticia del abandono de Dani Oliveras. En la etapa anterior, el piloto de Gas Gas se rompió el cuarto metatarsiano de su mano derecha y, a pesar de su sacrificio y esfuerzo para concluir a duras penas una etapa infernal, el joven catalán se veía forzado, tras conocer el parte médico, a abandonar en su segunda participación en el Dakar.
Un despertar triste para el equipo Gas Gas Pont Grup Seguros Dakar que, a partir de ésta tercera jornada y el adiós de Oliveras, concentra sus fuerzas en su único piloto, Gerard Farrés. Sin tregua tras la devastadora especial del día anterior, el piloto de Manlleu y su nueva EC 450 Raid tomaban rumbo a Chilecito temprano, cubriendo un corto enlace de 26 kilómetros antes del inicio de la especial del día.
La buena progresión de Farrés durante ésta tercera jornada se ha visto truncada en la parte final de la especial, en la que el piloto de Gas Gas ha cedido tiempo solucionando un problema de alimentación en su bomba de gasolina. Leves problemas de juventud para una EC 450 Raid que, en ésta edición 2015, pasa su gran prueba de fuego en cuanto a resistencia y fiabilidad en unas condiciones de calor, altitud y exigencia mecánica imposibles de ensayar en ninguna otra prueba más que en el propio Dakar, la carrera más dura del planeta.
Los motards descansan ésta noche en Chilecito antes de afrontar la cuarta etapa del rally, marcada por un largo enlace de 594 kilómetros en el que llegarán a cotas de 4.800 metros de altitud y una especial de 315 kilómetros antes de llegar a las dunas de Copiapó y el respetuoso desierto de Atacama.
Gerard Farrés: “Las temperaturas aquí en Argentina están siendo más elevadas de lo que nos esperábamos y éstas primeras etapas se estan haciendo muy duras para nosotros y para nuestras mecánicas. Estamos sufriendo algunos problemas con la bomba de gasolina por culpa de éstas condiciones tan extremas y exigentes, y eso nos ha costado tiempo en la general. Mientras tanto, intentamos conseguir los mismos objetivos que nos habíamos marcado al principio, que no eran otros que ir día a día y acabar etapas, concentrados en competir al máximo nivel, sin cometer errores y navegando con acierto. El abandono de Dani ha sido una lástima. No se lo merecía. Es un amigo de confianza y un gran compañero de equipo, no hay duda de que lo echaremos a faltar en carrera, porque nos da confianza. Hoy en Chilecito es un día triste por la muerte de un compañero de categoría en motos. Mañana intentaremos mantener la misma concentración que hasta ahora, seguiremos luchando para acabar con éxito este rally. Quiero agradecer el apoyo de mi equipo, de ‘Pelut’ -mecánico- y Joan Font -team manager- en éstas jornadas iniciales tan largas y complicadas hasta el momento.”
Dani Oliveras: “Ayer en el kilómetro 30 me quedé sin freno trasero, con tan mala fortuna que me caí al suelo, rompiéndome el metacarpiano de mi mano derecha. Seguí para acabar ésta etapa de más de 500 kilómetros sin saber si lo tenía roto o no, pero el dolor apenas me dejaba pilotar. En el kilómetro 200, aproximadamente, ya me empezaron a pasar los coches y cuando llevábamos 350 la carrera se convirtió en un infierno de fesh-fesh, con temperaturas de 50 grados. Cien kilómetros después pararon la carrera, ya que había mucha gente deshidratada. Fue un día para olvidar y cuando llegué al vivac, los doctores me confirmaron que ese intenso dolor en mi mano derecha se debía a la fractura de mi cuarto metacarpiano. Así que, aunque me duela aceptarlo, mi Dakar 2015 se acaba aquí. Quiero agradecer el apoyo de toda la gente durante todos éstos días, así como el apoyo de nuestros sponsors y de Gas Gas, por el gran esfuerzo que ha hecho para que estuviéramos aquí, un equipo de grandes personas. Gracias a todos por vuestros mensajes de ánimo, sólo me queda pensar que las carreras, a veces, son así.”