Joan Pedrero tuvo que abandonar ayer el Dakar 2012 tras sufrir unos problemas mecánicos en su KTM 450 Rally, concretamente en el kilómetro 239 de la décima etapa. El piloto AMV ocupaba entonces el noveno lugar de la etapa, la misma posición en la general, en la que, desde el segundo día, siempre ha estado entre los diez primeros. De las cuatro ediciones en las que ha participado, las dos últimas como profesional, se trata de su primer abandono. Pero Pedrero no vuelve a casa. Su cometido aún está en el Dakar. El de Canet de Mar se quedará con Marc Coma hasta el final, siguiéndole desde su “motorhome” y apoyando al de AMV en todo momento.
¿Qué pasó ayer y cómo te encuentras?
«Estoy un poco afectado, ya que es una auténtica lástima quedarme fuera del Dakar, y más por un problema mecánico. Empecé la etapa muy fuerte, para acercarme a Marc [Coma], pero en todo momento conservando la mecánica. En el tramo de dunas se me encendió la luz del aceite, y continué hasta el kilómetro 239 que es donde se me paró la moto, ya con el motor roto. Durante siete horas y media intenté ser remolcado pero fue imposible. Esperé la asistencia, hasta que llegó el helicóptero de la organización y me indicaron que tenía que abandonar. Un jarro de agua fría, ya que me encontraba muy bien, muy fuerte. Pero peor hubiera sido abandonar por alguna caída, así que hay que mirar para adelante.»
¿Cómo puede afectar a Marc tu retirada?
«En este momento me siento muy impotente. A partir de ahora, mi objetivo es ayudar a Marc como sea: motivándole, resolviéndole cualquier problema y apoyándole en todo momento. Yo no me iré a casa hasta que él no llegue a Lima.»
¿Qué valoración haces de tu cuarto Dakar, tu segundo como profesional?
«Muy positiva. Estoy aprendiendo muchísimo al lado de Marc. Además, el hecho de haberme preparado físicamente cada día durante todo el año, ya a nivel profesional, ha supuesto una diferencia abismal para mí en comparación al resto de ediciones. Lo he notado muchísimo y estoy muy sorprendido. En los finales de etapa siempre he recuperado algunas posiciones ya que la mayoría de pilotos llegaban al final de la especial muy tocados, cuando yo aún tenia cuerda para más. La verdad es que me siento muy fuerte, incluso para poder liderar, en un futuro, un próximo Dakar.»
Y a nivel de pilotaje, ¿qué sensaciones has tenido?
«También me he encontrado muy bien. El Dakar es una carrera muy dura. A veces parece una carrera de enduro en la que todo el día vamos con un ritmo muy elevado. Los pilotos cada vez van más rápidos y las motos son mejores. La competitividad es máxima y cada vez cuesta más ganar. Aún me cuesta dominar la hoja de ruta, ya que me faltan muchos kilómetros de experiencia. Aprendo mucho al lado de Marc. A pesar de cómo ha ido todo, estoy, en parte, satisfecho por el rendimiento mostrado y eso me da mucha confianza de cara al futuro. Además, creo que todo forma parte de un proceso en el que aún nos queda mucho por aprender.»
¿Se sufre más desde fuera la carrera?
«Evidentemente. A los que nos gusta competir, nos gusta la acción. Todo lo que sea verlo desde fuera nos estresa mucho más. Una vez te subes a la moto, te olvidas de la presión, del entorno y de cualquier variable que pueda afectar directamente a uno.»
¿Cómo prevés este final de Dakar?
«Hay muchos nervios. Esta disputa en la clasificación está empezando a ser muy intensa, ya que los dos van al límite en la pista. Hay mucha tensión, y cada día que pasa es un día menos para solventar cualquier diferencia. De todas formas, mi apuesta es clara: ganará Marc. Se lo merece todo, ya que gana dentro y fuera de la pista.»