La segunda etapa del Rally Dakar 2012 ha sido más selectiva de lo que se esperaban los participantes. Los larguísimos enlaces que han cubierto los pilotos en dos días resultan tediosos y monótonos, pero son un bálsamo comparados con la dureza de la especial cronometrada que han tenido que recorrer. Piedras, cauces de ríos secos y las dunas del Nihuil, donde los pilotos se han encontrado temperaturas superiores a 45ºC.
Sanz ha recuperado en un solo día 24 posiciones al cruzar la meta en el 56º puesto de la general. En la etapa ha sido 54ª, un resultado que no duda en valorar como “muy positivo”. “Estoy muy contenta porque ha sido una jornada agotadora por el calor y muy difícil de gestionar”, asegura.
A pesar de la dureza de la etapa, Laia Sanz se ha sentido fuerte y ha mantenido un ritmo adecuado, teniendo en cuenta que partiendo desde la 80ª posición ha tenido que rodar mucho tiempo dentro del polvo que levantaban otros participantes. “Hoy ha vuelto a ser peligroso, porque en la pista tienes poca visibilidad y hay muchas piedras y otras trampas que pueden tirarte de la moto”, explica.
Uno de los momentos difíciles de la jornada para la 11 veces campeona del mundo de trial ha sido cuando se ha encontrado al piloto Bruno da Costa tirado en el suelo: “La escena era un tanto dantesca. El piloto debe haber chocado contra un burro o un caballo. Cuando he llegado ahí, el animal estaba muerto en el suelo, la moto ardía y Bruno estaba tendido mientras alguien lo estaba asistiendo. No tenía muy buena pinta y me ha dado muy malas sensaciones, así que durante un buen rato he bajado el ritmo”.
En el cordón de dunas, la dificultad se ha extremado por las altas temperaturas y por la navegación. “Ha sido duro porque el calor era horroroso y la arena estaba tan blanda que se hundía la moto. Hay mucha gente que ha pasado apuros ahí, sobre todo porque las mecánicas han fallado. Afortunadamente, la Gas Gas ha superado bien ese trance y no hemos sufrido percance alguno”, asevera.
Marc Guasch, el “guardaespaldas” de Laia, ha retrasado la 41ª posición obtenida ayer para seguir los pasos de su compañera de equipo, con el fin de afrontar juntos cualquier contratiempo que pudiera surgir. Según Guasch, “la clasificación de ayer fue un poco engañosa porque había muchos pilotos rápidos que quedaron muy atrás y otros más lentos que estaban entre los 60 o 50 primeros y eso ha complicado mucho las cosas a la gente. Los más veloces se encontraban con el polvo de los más lentos y eso suele provocar situaciones de peligro”.
“Estoy contento porque hemos superado una etapa muy complicada con una parte de navegación difícil. Además, muchas motos han fallado por la temperatura. A nosotros nos hervía la gasolina, pero no ha pasado de ahí”, explica.
El piloto catalán ha sido hoy 68º en la etapa y ocupa la 62ª posición en la clasificación general.