El día de Nochevieja, Las Vegas será testigo de un salto en motocicleta de 100 pies de altura (30 metros) y un back flip con un pick-up todoterreno. Todo, de la mano de las estrellas del motor, Robbie Maddison y Rhys Millen.
Antes de que el reloj dé las campanadas de medianoche del 31 de diciembre, dos superestrellas mundiales harán historia con dos actuaciones únicas en el mundo. Robbie Maddison batirá un nuevo récord mundial de salto en motocicleta mientras que Rhys Millen buscará resarcirse de lo que debió ser una celebración el año pasado pero que acabó en un accidente durante el entrenamiento, dejándolo fuera del evento.
¡Un backflip con un pick-up todoterreno!
Millen intentará, antes de que el reloj marque la medianoche, clavar un backflip con un todoterreno en el Rio All Suite Hotel & Casino. Para hacer el flip, el pick-up de Millen tendrá que recorrer una distancia de 24 metros y elevarse a una altura de 15 metros, aproximadamente. El neozelandés de 36 años está totalmente recuperado de su accidente del año pasado, cuando su coche se salió de la pista al aterrizar, y está más determinado que nunca.
La credibilidad de Millen en deportes de motor no tiene rival. Ha sido campeón de 2005 de Formula Drift y campeón mundial de Red Bull Drifting 2008, tiene el record mundial de subida al Pikes Peak y ha participado como especialista en las películas Dukes of Hazzard (Dos chalados y muchas curvas) y Fast and Furious: Tokyo Drift (A Todo Gas 3).
Por encima del Arco del Triunfo del Hotel Paris Las Vegas
Justo después del flip de Millen, el australiano de 27 años, Robbie Maddison, saltará con su moto a más de 36 metros de altura, aterrizando en una réplica del Arco del Triunfo de París situada enfrente del hotel Paris Las Vegas. Tras completar el salto, Maddison bajará 15 metros en caída libre hasta una enorme rampa de aterrizaje.
El año pasado, en el Red Bull New Year’s Eve 2007, Maddison logró batir el Record Guiness Mundial en motociclismo al realizar un salto de 98,5 metros de longitud, una distancia ligeramente superior a la de un estadio de fútbol americano. Su impresionante currículum incluye, además de saltos récord de longitud (en marzo realizó un salto asombroso, de 115 metros, en Australia), una carrera profesional llena de éxitos. Este año, el australiano de 27 años intentará algo más refinado pero igual de desafiante.