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Los que ya tenemos una edad, siempre nos hizo gracia esta frase que decían en el 1, 2, 3 el Dúo Sacapuntas. Pues así era como estaba la Monumental de Las Ventas ayer noche en la última prueba del Red Bull X-Fighter 2013, ABARROTÁ, no cabía un alfiler, pero lo mejor de todo es que los espectadores no salieron defraudados en ningún momento. Ni cuando el gran favorito del público madrileño, Danny Torres, cayó en la ronda de cuartos de final ante un inspirado Maikel Melero, que fue quien ocupó desde ese momento el corazón de los aficionados.
Si nos remitimos a la prueba, las fases clasificatorias dejaron como primeros cuarto-finalistas a Pagés, Torres, Higashino, Sherwood, Villegas, Adelberg y Sheehan, que no pudo vestirse de romano el viernes ya que esa mañana entrenado se partió la clavícula. El resto de pilotos, se jugarían a una carta su pase a los ansiados cuartos de final. Melero, Potter, Jones, Rinaldo y Moore hicieron sus mejores trucos (sin Back Flips) para conseguir ese pase, llevándose el premio un inspirado Maikel Melero que levantó, por primera y no última vez, a los 23.000 aficionados que reventaban la Monumental con un FLAIR que salvó de caída y rindiéndolos a sus pies (y al jurado).
Los enfrentamientos de cuartos depararon los siguientes cruces: Melero vs Torres, Villegas vs Sherwood, Adelberg vs Higashino, Pagés vs Sheenan (que no se celebró por la lesión de Sheenan). Puede parecer que la sorpresa hubiera sido solo la victoria de Melero sobre Torres, pero Serwood no pudo con un muy inspirado Villegas y el vencedor el año pasado en Madrid, se quedó sin posibilidad de volver a revalidar su victoria de 2012, proeza que solo ha conseguido Travis Pastrana, repetir en años consecutivos (2006 y 2007). Y la exibición de Higashino que iba calentando al público con cada uno de sus trucos, y que su victoria en los X-Games y en Osaka, no fueron flor de un día. Cuando salió la cuarta nota en el panel en el enfrentamiento español “CURSE”, osea, el uso de las rampas, y con un 2-1 favorable a Melero, volvió a caer de su lado la puntuación, la plaza se quedó muda, pero fue como si hubiera pasado un ángel, inmediatamente se pasó a una atronadora ovación hacia Melero. Qué sí, que el Rey Danny Torres había sido (momentáneamente destronado), pero ya teníamos nuevo Rey para esa noche, y que no era otro que el piloto de Albacete Maikel Melero. O como lo diría un castizo, “A Rey muerto, Rey puesto”.
Melero estaba exultante, tenía una gran oportunidad de colarse en la gran final y a buen seguro que no la iba a desaprovechar, pero al realizar un Flair, se cae y dobla el manillar de su moto lo que le imposibilita a seguir haciendo trucos, además del dolor en su hombro derecho. Ante esta “ventaja”, se podría pensar que Higashino iba a optar por hacer una ronda tranquila sin arriesgar, pues quien pensara esto estaba muy equivocado. El japonés, para mi entender, hizo los trucos que tenía preparados sin importarle para nada que su rival no hubiera completado ni la mitad de su tiempo por la caída ya que así llegaría totalmente concentrado a la posible final si la consiguiera.
La otra semifinal enfrentó a Villegas y Pagés, podría parecer que Pagés, casi sin subirse a la moto en esa tarde/noche, podría tener problemas de concentración y de ritmo, pero si alguien pensó eso, como el speaker, que también vaticinó que Higashino haría una ronda ante Melero muy light y se equivocó como un bellaco en ambos casos, Pagès hizo una semifinal perfecta, con Flair y en uno de ellos metiendo una variante de Tsunami que puso rendido a sus pies al público de Madrid. Ante esta avalancha de talento, el voluntarioso Villegas, que por cierto llevaba n concurso impecable y muy bueno, solo pudo agradecer haber competido contra alguien en estado de gracia y haber salido bien parado.
Y si las semifinales fueron espectaculares, la final fue una de las mejores que he visto en bastantes años en Las Ventas. Tuvo todos los ingredientes perfectos para que nadie se fuera indiferente a su casa, emoción, talento, trucos nuevos y dos pilotos con ganas de ganar por primera vez en el más espectacular evento de FreeStyle del Mundo.
¿Qué faltaba un piloto español? Pues sí, por desgracia, sí, pero creo que ni uno solo de los espectadores allí presentes, puede decir que no ha salido contento de lo que ha visto. Triste sí, pero defraudado no.
Higashino bordó su ronda final, casi calcada a la de semifinales frente a Melero, pero es que delante tenía al “hombre de la noche”, y ante eso solo puedes quitarte el sombrero y disfrutar de lo que hace tu oponente, que fue lo que hizo exactamente el voluntarioso japonés, ver, oír y disfrutar.
Pagès nos hizo vibrar a todos, que nos levantáramos de los asientos (los que estaban sentados) y disfrutar de una serie final sencillamente espectacular. Thomas hizo un homenaje al piloto japonés recientemente desaparecido, Eigo Sato, llevando en su camiseta su silueta y al terminar enarbolando una bandera japonesa y en la que se fundió junto con el también japonés y finalista Higahino.
Una noche espectacular, y en la que por primera vez se abrió la Puerta Grande para un piloto, que puede presumir se salir a hombros como antes lo hicieron grandes maestros de la tauromaquia como Antonio Bienvenida, “El Viti”, Paco Camino, “El Cordobés” o Julio Aparicio entre otros.
Todo perfecto, pero… Sí, hay un pequeño pero, para algunos puede que sea una chorrada, pero yo no lo entiendo así. Cuando pedimos un pase de prensa en una carrera, lo hacemos no porque queramos ver de gorra la misma, sino para poder contaros de primera mano, con nuestras fotos, nuestras experiencias, nuestras anécdotas y por supuesto, a nuestra manera lo que allí hemos visto, vivido y sentido. Yo personalmente solo lo hago por eso. Y me gustaría que las personas que van a la zona (más reducida este año) habilitada para la prensa, hagan lo que vamos a hacer allí muchos, no a sentarse en la grada y a enfadarse porque les quitas visión al buscar un buen ángulo para hacer fotos. Estos a los que me refiero, no llevaban ni una cámara de fotos (un móvil sí), y ni libreta, ni bolígrafo, ni nada que me pudiera dar a entender que no estaban allí solo porque lo ves desde un lugar casi privilegiado y gratis, sino porque estaban trabajando. Pues en más de cinco veces me topé con esta gente y me molestó bastante.
Hasta el Red Bull X-Fighter 2014.
FILI.
